Itongadol.- En el día de ayer nos reunimos con la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, y le planteamos nuestras inquietudes, preocupaciones y expectativas acerca de diversos temas relacionados con la causa AMIA y el sistema de inteligencia argentino.
En primer lugar, le recordamos que las fallas y delitos cometidos desde la vieja SIDE durante la investigación del atentado fueron determinantes para sellar la impunidad del caso AMIA y que, desde entonces, reclamamos medidas que permitan un trabajo serio y responsable por parte del sistema de inteligencia tales como: que los fondos y archivos de inteligencia dejen de ser reservados y la no intervención como auxiliar de la justicia.
Le comunicamos que además esto fue denunciado y pedido por nosotros ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos ante lo cual el Estado argentino se comprometió (mediante el decreto 812/2005) a trabajar en ello. Sin embargo hoy, 15 años después, aún no hemos visto resultados.
Por otra parte, planteamos la necesidad de hacer públicas las audiencias y testimonios prestados por ex agentes de inteligencia en el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA así como la documentación de inteligencia que se aportó al debate como prueba. Que los archivos desclasificados sólo sean accesibles para las partes de juicio excluye al resto de la sociedad e implica recargar sobre las víctimas la responsabilidad de relevar toda esa información, lo cual resulta materialmente imposible: es el Estado el que debe garantizar a la ciudadanía el acceso a la información porque la memoria es un derecho de la sociedad toda.
Esperamos que las nuevas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia estén a la altura de una causa que viene siendo usada políticamente por todos los gobiernos, cuando, al fin y al cabo, quienes hemos mantenido con mucho trabajo y esfuerzo la lucha, las denuncias, los actos y sobre todo las causas judiciales hemos sido los familiares.