Inicio Argentina Marcos “Mote” Mundstock, entre el Idish, las festividades judías y la memoria de la Shoá

Marcos “Mote” Mundstock, entre el Idish, las festividades judías y la memoria de la Shoá

Por Iton Gadol
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Agencia AJN.- Tras la triste noticia de la muerte Marcos Mundstock, inolvidable por su trabajo en Les Luthiers, la Agencia AJN recuerda algunas anécdotas de la vida de este maravilloso humorista: su relación con un familiar sobreviviente de la Shoá y su presencia constante en todas las celebraciones de festividades judías.

Marcos y su hermana Jane

Agencia AJN.- Cuando su actividad teatral lo permitía, nunca faltaba a las cenas de Pesaj (Pascua) o de Rosh Hashaná (Año nuevo). Así era Marcos Mundstock, conocido por sus íntimos como “Mote”, el inolvidable humorista de Les Luthiers que hizo reír a generaciones de argentinos, y que falleció ayer a los 77 años.

Sus allegados lo recuerdan como “un tipo excepcional, amable y cariñoso”. Entre tantos gestos generosos que tuvo a lo largo de su vida, es imposible olvidar la vez que condujo una cena a beneficio del Museo del Holocausto de Buenos Aires. No dudó un instante en aceptar hacerlo. Lo hizo desde el alma, por su historia judía y en honor a familiares que eran sobrevivientes de la Shoá.

Graciela Jinich, quien fuera la directora del Museo, contó en diálogo con la Agencia AJN: “En el año 2010, llegó al Museo de la mano de su primo, el queridísimo sobreviviente de la Shoá Enrique Dychter. Él lo trajo a Mundstock para que estuviera en la cena de aniversario del Museo, para que pudiera dar su mensaje. El recuerdo que tengo de cuando llegó, es que todo el mundo lo miraba: llegaba un grande, un talentoso, un genio. Dio un mensaje conmovedor, muy tocante, muy cercano y hablaba de la Shoá, hablaba de su compromiso. Dentro de su agenda cargada de shows, se hizo un rato para poder estar junto al Museo de la Shoá. Su presencia nos dio apoyo. Lo recordamos como un ser muy generoso y fue para nosotros muy importante que una figura como él nos apoyara, en un momento en que estábamos dando los primeros pasos”.

En cada show de Les Luthiers, cuando alguno de sus familiares iba a verlo, si él sabía que estaban allí, siempre cambiaba el nombre de algún personaje para poner el nombre de alguno de ellos. Obviamente, de ese chiste solamente se reían sus cómplices.

Su sentido del humor era su característica fundamental. Desde muy chico, en las playas de Rosario, acostumbraba a cantar y hacer reír a sus primos. También es famoso el primer chiste que realizó: cuando vio pasar un camión de vacas, le dijo a su hermana ‘ahí va el camión que fabrica cueros’.

Respecto a su condición de judío, sabía y entendía perfectamente bien el Idish, porque en la casa de sus padres y tíos se hablaba mucho. No era un hombre religioso, pero siempre asistía a Rosh hashaná y Pesaj, por tradición y porque era una oportunidad de estar en familia.

Era carismático, buen tipo, muy querible. Así se lo recordará.

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