Itongadol.- Esta semana ocurrió un hecho histórico para las relaciones entre Israel y Argentina: un avión de El Al, bajo estrictos protocolos de seguridad, llegó a Buenos Aires habiendo partido desde Tel Aviv, algo que sólo había sucedido dos veces, la primera en 1960, para secuestrar y trasladar a Israel al funcionario nazi Adolf Eichmann, y la segunda para traer a la delegación del primer ministro Benjamín Netanyahu para su visita oficial en 2017.
Como si fuera poco, el vuelo que regresó partiendo de Ezeiza rumbo al Aeropuerto David Ben Gurión, además de ser el primero en realizar esta ruta sin escala en el medio, fue el único avión israelí autorizado a pasar por el territorio aéreo de Sudán, país que hasta el momento había mostrado hostilidad hacia el Estado de Israel.
Eliahu Hamra, presidente de Vaad Hakehilot, estuvo presente en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza participando del arribo de los pasajeros que llegaron a Argentina, y fue uno de los responsables de la logística para que el vuelo se realizara. En diálogo con la Iton Gadol, habló acerca de los detalles para hacerlo posible. “Había un ambiente muy especial”, aseguró respecto al clima que se vivió en el momento del aterrizaje.

De izquierda a derecha, Ronen Kraus, vicejefe de la misión, Galit Ronen, embajadora de Israel en Argentina, Eliahu Hamra y uno de los pasajeros.
El vuelo de El Al se realizó gracias al esfuerzo de un grupo empresario israelí del negocio de la carne. Uno de ellos se encargó de contratar al avión de la aerolínea para que trajera a un contingente de 98 rabinos encargados de certificar la carne kosher, que luego será exportada a Israel.
El vuelo también fue abordado por algunos argentinos que continuaban varados en Israel y que aún no habían logrado regresar. Según precisó Hamra, a cada uno de los pasajeros se le realizó un test de coronavirus antes de partir.
“Con el sistema de seguridad que había, parecía que estábamos en el Aeropuerto Ben Gurión en lugar de en Ezeiza, por las preguntas que hacía el equipo de seguridad y por cómo se revisaban las valijas”, expresó Hamra.
Hamra además se refirió a las estrictas medidas de seguridad, y aseguró que, junto con la tripulación y los pasajeros, un equipo de seguridad especial de la aerolínea abordó el avión. También colaboró con la logística la Embajada de Israel en Argentina, quien puso a disposición su personal de seguridad para ayudar en los traslados y la seguridad de los tripulantes y pasajeros.
Al enterarse de la existencia de este vuelo, Hamra explicó que se solicitó al empresario que contrató el vuelo que permitiera que este regresara con pasajeros en lugar de cargamento como estaba estipulado. “Al enterarse todos que había israelíes todavía varados en Argentina, se modificó para que pudiera regresar con pasajeros”, detalló.
“La gente de El Al trabajó con mucho detalle en poder hacer esto, y destaco el aporte de la Embajada de Israel y del consulado que sin su ayuda no hubiese sido posible”, manifestó Hamra.