Itongadol.- El ex presidente de la AMIA Abraham Kaul dialogó con ItonGadol sobre los temas más controvertidos que atraviesa la comunidad judía argentina en la actualidad, se refirió a las recientes elecciones en la DAIA y adelantó su propuesta de posponer un año los comicios en la AMIA.
Kaul fundó recientemente la agrupación comunitaria AmIsrael, “con la intención de participar en la vida judía en todos sus aspectos”.
Respecto a las últimas elecciones en la DAIA, destacó: “Lamentablemente creo que han quedado muchos heridos de ambas partes y fue muy desprolijo el desenlace de la elección. Creo que implosionó el sistema de elección de la DAIA.
No puede ser que instituciones que tienen 15 personas tengan un voto e instituciones como las socio-deportivas, que tienen 5.000 u 8.000 socios, tengan solamente cuatro votos”.
Asimismo, argumentó por qué propone posponer las elecciones en la AMIA, que deberían realizarse en abril de 2025: “Me parece una cosa totalmente disociada de la realidad querer plantear una elección comunitaria en medio de una guerra”.
Sos un dirigente que fue presidente de la AMIA y siempre es oportuno charlar contigo. ¿Cómo has observado la última lección de la DAIA?
-Respecto a las elecciones en la DAIA, yo me había expresado en un foro de askanim que consideraba que no era el momento de hacerlo. Lo ideal hubiese sido que hagan una lista común, con los mismos criterios por los que planteo por qué no tienen que haber elecciones ahora en la AMIA. La guerra de Israel, la lucha por la existencia de Israel era fundamental. Y como resultado de esa elección, lamentablemente creo que han quedado muchos heridos de ambas partes y fue muy desprolijo el desenlace de la elección, con mucha gente dolida. Si bien yo no soy especialista en el tema de DAIA, pero sí comunitario, creo que implosionó el sistema de elección de la DAIA. El sistema se conformó hace unos 20 años, en donde el objetivo era que cada institución tuviera un voto y, las que más tienen, tuvieran cuatro votos. Con lo cual, lo que se trató de hacer es delimitar el poder a las instituciones que más socios o más adherentes tienen. Al desparramar tanto los votos en instituciones chicas, cuando se construyó ese sistema se podía llegar a ganar el voto de las más pequeñas colaborando o ayudándolos económicamente. Pero como no quiero abrir heridas del pasado, lo dejo ahí.
No puede ser que instituciones que tienen 10, 12 o 15 personas tengan un voto e instituciones como las socio-deportivas que tienen 5.000 u 8.000 tengan solamente cuatro votos. No puede ser que hay instituciones que sus padres ni participan, son colegios y tienen una cantidad de votos, con la anormalidad que planteé en su momento. Yo soy socio de dos instituciones a las que aporto económicamente y nadie me ha llamado a mí para escuchar mi opinión como socio. Nadie llamó a sus socios para ver a quién vamos a elegir. Yo soy socio del Country Mi Refugio, yo no elijo a las autoridades del Country para que ellos después decidan por mí a quién van a votar, sino que los elijo para que hagan una buena administración, las canchas de tenis, la cancha de golf, las actividades con los madrijim, y no para que elijan por mí quién tiene que ser elegido.
-El tema DAIA es un tema de dirigentes y al judío de a pie, quizás no le interesa o no está debidamente informado.
-Es muy simple. La gente no sabe a quién se eligió ni cómo, por un motivo muy simple, porque no se las hace partícipe de la elección. No participan. Es un grupo de dirigentes, bien intencionados, que toman la decisión. A la gente no se la consulta. ¿Por qué la gente va a estar interesada en eso? Por otra parte, hay un esquema duro, difícil, que esta comisión va a tener que resolver. Les deseo el mayor de los éxitos, que trabajen bien. Hay gente nueva, el presidente es un hombre muy joven que viene de las escuelas judías, lo cual me gusta mucho, porque yo soy un hombre de escuelas judías, de educación. Es muy joven, tiene que aprender, seguramente va a estar rodeado de gente capacitada y sin lugar a dudas, uno de los temas va a tener que ser modificar cómo se eligen autoridades en la DAIA. El segundo tema es entender que una debilidad en la elección hace que haya una debilidad en el exterior. Por ejemplo, hoy hay instituciones que hacen tareas parecidas o similares a la DAIA, como el Congreso Judío Latinoamericano, como el Centro Simón Wishental, como FACA, como la B’nei B’rith. Hay que aggiornar una nueva conformación de la DAIA, respecto a cuál es el concepto y tareas que debe realizar. Yo creo que eso la va a fortalecer. Como nosotros ahora hemos conformado una nueva agrupación comunitaria, que se llama a AmIsrael, lo hacemos justamente con la intención de participar en la vida judía en todos sus aspectos. Yo antes podía dar mi opinión en un foro reducido de azkanim, dirigentes y ex dirigentes. Ahora no, ahora como AmIsrael nosotros damos una opinión como un sector interesado en la vida comunitaria y con el objetivo fundamental de traer y atraer a una nueva generación, a una generación más joven, una generación que tiene experiencia en conducción de instituciones, que es totalmente distinto a la conducción de entidades centrales, que para nosotros siguen siendo la AMIA, la DAIA y la OSA. Las respetamos y las queremos bien. Las queremos fuertes, a tal punto es nuestro interés, que ya hemos estado en contacto con la gente de la AMIA, le hemos mandado la carta de presentación. Por supuesto hemos recibido la bendición de Amos, de Gorenstein y de Pomerantz para nuestras actividades. Vamos a ser convocados en todo aspecto comunitario. Y el año próximo le vamos a pedir a las tres instituciones que abran sus puertas para que podamos enviar compañeros de nuestra agrupación, que no han tenido nunca una experiencia en conducción comunitaria central, que puedan acercarse, que puedan participar, que puedan aprender. Nosotros tenemos la obligación de generar una continuidad en un nuevo grupo que sí está interesado en participar.
-¿Esto está mirando claramente a las futuras elecciones de la AMIA?
-El tema de elecciones en la AMIA, yo lo voy a plantear claramente, estamos invitados. La semana próxima va a haber una reunión de los distintos grupos comunitarios y políticos que participarían en una futura elección. Nosotros como AmIsrael también participaríamos en una futura elección. Simplemente que hemos analizado el tema y la conclusión es que este no es el momento para en el mes de abril hacer una elección en la AMIA. Así como la elección de la DAIA se realiza entre grupos dirigenciales, la elección de la AMIA es popular. Uno va al club, va al templo, se acerca a hablar con la gente y explicarle qué es lo que quiere hacer como proyecto. La situación del Estado de Israel en guerra, más de casi 430 días, con más de mil muertos, secuestrados, la mentalidad de la comunidad judía está focalizada en el Estado de Israel. Me parece una cosa totalmente disociada de la realidad querer plantear una elección comunitaria en medio de una guerra, donde está la supervivencia del Estado de Israel. Y como si esto fuera poco, tenemos un nuevo frente que se llama Siria. Ya no son siete, ya son ocho los enemigos de los que tienen que hoy defendernos los jaialim del Estado de Israel. Y cuando digo el Estado de Israel, nosotros estamos incondicionalmente con el Estado de Israel. No es que estamos incondicional con un gobierno, es con el Estado y con el país, con sus ciudadanos que sufren todos los días los bombardeos, que tienen 15 segundos para ir a un refugio, que se tienen que bajar en la ruta del auto y ponerse boca abajo con las manos en la cabeza, con los jaialim que están muriendo por defender a la medinat. No miren los videos de Fauda y de la magnífica actuación de los bipers y de operación magnífica que se realizó para atacar a Irán. Anímense a mirar el video de cómo se entierra un jaial, del duelo de la familia, de cómo los hijos quedaron sin un padre, como las madres perdieron a sus hijos y leen las cartas de lo que los hijos le escribían: si no voy yo al ejército, ¿quién va a defender el país? Esta es la prioridad y esto es lo que se tiene que hacer. Nosotros vamos a plantear públicamente que este no es el momento para hacer elecciones en la AMIA. Que la elección se postergue durante un año. Que se haga en abril del 2026. No va a pasar nada si un año más Amos Linetzky está al frente. La AMIA está en buenas manos. Creo que pueden continuar ellos un año más y cuando en Israel veamos la luz al final del túnel, que se ha llegado a un acuerdo y se ha terminado con el Líbano, con Hamás, con Siria, y tengamos otro panorama, podamos ir adelante.
-Venimos de una lección de DAIA que fue realmente virulenta. Se vivió un clima muy tenso. Escucharte trae alguna tranquilidad, pero ¿no hay cierta ingenuidad? ¿Las instituciones centrales van a escuchar este mensaje para parar esta vertiginosidad que viene teniendo la comunidad?
-Desde el punto de vista comunitario, tenemos un crecimiento de los sectores ortodoxos. Ellos se sienten lo suficientemente fuertes ahora y en todo momento. Yo personalmente, mi hija Dalia y mis nietos, estudian en Bereshit y van a la ieshivá de Camargo. Está buenísimo y me parece muy bien, porque eso es un aporte a la riqueza de nuestra vida judía y a la continuidad. Pero también quiero aquellos que pertenecen al movimiento conservador, que sean también reconocidos en la comunidad, aquellos que tienen sus templos, aquellos que son minorías, pero que hacen su conversión dentro del movimiento conservador, tienen que tener un lugar en la comunidad judía. Nosotros tenemos 180.000 judíos hijos de madre judía. Pero el último estudio demográfico que se realizó en el Joint en el año 2004, cuando yo era presidente de la AMIA, marcaba que hay 350.000 judíos viviendo en Argentina, algunas con familias mixtas también. Entonces, qué tenemos que hacer un pueblo tan pequeño como somos nosotros en el mundo, con tantos enemigos, con tanto antisemitismo, ¿los tenemos que echar? ¿Le tenemos que cerrar la puerta a aquel padre que tiene a su hijo que se casó con una mujer no judía? y que quiere que sus nietos tengan una educación judía y que vayan a un club, ¿les tenemos que cerrar las puertas? Ese es otro tema.
-¿Desde qué lugar hablás ahora? ¿Cómo futuro candidato?
-No es el mensaje de un candidato, es solamente del vocero de AmIsrael. Tenemos gente joven, de una generación más joven que la mía, que me gustan, que han sido presidentes de instituciones o vicepresidentes, que han tenido una actuación muy buena, con una idea muy judía de llevar adelante las cosas, y queremos orientarlos a ellos en esta tarea. Vamos a abrir nuestras puertas para tratar de formar a una nueva generación, que pueda actuar e involucrarse en todos los temas comunitarios. No hay discriminación, es decir, pueden ser adultos mayores, menores, todos van a poder participar, porque lo que buscamos es eso: una democratización en la comunidad y una libertad para que una nueva generación produzca el recambio necesario. Así como lo tuve yo en su momento, que alguien pensó que podía ser un recambio de una generación y también yo lo hice. En Avodá tenemos más de 2000 años de continuidad de la vida judía y tenemos que garantizar esa continuidad.
-¿Por qué fuiste vos presidente de AMIA por consenso sin elecciones, qué tiene que ocurrir para que eso pase y que no pasó en la DAIA o en un futuro puede volver a ocurrir o no?
-En el caso de la AMIA, el análisis que hicieron todos los factores políticos, es que la situación de la comunidad era de tal pobreza, que todos teníamos que trabajar juntos para sacarla adelante. Nos juntamos con Tzedaká y con el Joint y nos distribuimos las tareas. Es decir, cuando hay una situación de emergencia, se trabaja en conjunto.
-¿Y el 7 de octubre y el antisemitismo no alcanzó para que pase esto en la DAIA o no es comparable con la AMIA?
-Sí es comparable. El mundo judío atraviesa una lucha contra el antisemitismo muy fuerte. No es el caso de Argentina, y esto es lo que pasó. La crisis y la lucha por la existencia estaba a 20.000 kilómetros de distancia, en el Estado de Israel, y no acá en Argentina. Esta semana quemaron una sinagoga en Melboure. No es la situación de la Argentina. Entonces como la crisis estaba afuera, las instituciones continúan haciendo un proceso como si no afectara a la localía. De todas maneras, yo creo que afecta. Yo no me voy a parar en un club y decirles “miren, este es nuestro proyecto para la AMIA”. Me van a decir “que me importa”. Hubo 15.000 personas el 7 de octubre de 2023 que no vinieron por AMIA, por DAIA ni por OSA. Vinieron por el Estado de Israel. ¿Están matando a mi sobrino, a mi tío que está en un búnker, que está secuestrado, que está luchando para poder subsistir, y nosotros vamos a hablar de un proyecto de la AMIA? Eso es una disociación mental, es esquizofrénico intentar hacer algo que hoy no está en el sentimiento ni el corazón de los judíos. Esta es la realidad.