Itongadol.- La firma estadounidense Boston Consulting Group (BCG), una de las principales consultoras de gestión a nivel mundial, se retiró del mecanismo de distribución de ayuda humanitaria en Gaza respaldado por Estados Unidos e Israel. La decisión fue confirmada por un portavoz de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), según un informe publicado por The Washington Post.
BCG, que había ofrecido sus servicios de forma pro bono, ayudó a diseñar el sistema de pagos y establecer tarifas para contratistas encargados de construir cuatro centros de distribución de ayuda en el sur de la Franja. Sin embargo, la empresa finalizó su contrato con la GHF y retiró a su equipo de Tel Aviv el pasado viernes. Un socio principal a cargo del proyecto fue puesto en licencia mientras se realiza una revisión interna, indica el informe.
Aunque un portavoz de la firma reiteró que BCG no cobró por su trabajo, una fuente familiarizada con el proyecto desmintió esa versión y aseguró que se presentaron facturas mensuales por más de un millón de dólares.
Tres fuentes vinculadas a la GHF y a BCG advirtieron al Post que la salida de la consultora dificultará significativamente la operación del sistema, al haber sido pieza clave en su diseño y ejecución.
El retiro de BCG se suma a una serie de problemas enfrentados por la GHF desde su creación, incluidos la renuncia de altos ejecutivos, denuncias de que fuerzas israelíes y personal vinculado al mecanismo dispararon contra civiles que intentaban recolectar ayuda, y el rechazo continuo de la ONU y de organizaciones humanitarias internacionales a participar del sistema.
Israel lanzó el nuevo mecanismo tras casi tres meses de bloqueo humanitario, con el objetivo declarado de impedir que la ayuda caiga en manos de Hamas. Sin embargo, ha sido duramente criticado por Naciones Unidas, grupos de derechos humanos y gobiernos extranjeros, que alegan que el sistema no garantiza la cobertura de las necesidades básicas de la población civil en Gaza.
La GHF asegura haber distribuido hasta el momento 7 millones de comidas en tres centros de entrega. Sin embargo, esa cifra se basa en cajas de alimentos secos que requieren cocción o acceso a cocinas comunitarias, algo escaso en una Gaza devastada por la guerra.