Itongadol/AJN.- El director de Relaciones Internacionales del Centro Simon Wiesenthal, Shimon Samuels, elogió al Comité del Patrimonio Cultural Intangible de la UNESCO por su denuncia de antisemitismo mediante la cual dejó establecido el precedente de la exclusión de uno de sus miembros. Se trata de la ciudad belga de Aalst, cuyo carnaval había recibido el prestigioso estatus en 2010.
En 2013, el Centro había presentado una protesta contra una carroza de celebrantes «uniformados de las SS» que azotaban a los «prisioneros de los campos de concentración» con bidones marcados con «Zyklon B», el gas que mató a millones de personas en Auschwitz y otros campos de exterminio. En el desfile del año pasado, se veía una carroza que transportaba a judíos ortodoxos, de nariz torcida y estereotipada, aferrados a monedas de oro en medio de ratas. Esa imagen era una copia evidente de una foto de la Alemania nazi de 1936.
Samuels estuvo presente en las reuniones de la Mesa del Comité de la Unesco celebradas en junio y en octubre. En ambos encuentros, el representante del Centro Wiesenthal protestó contra las calcomanías y cintas antisemitas de los organizadores de Aalst. Estas representaciones mostraban a judíos en imágenes estereotipadas en las que llevaban la «kippa», saltando sobre el logotipo de la UNESCO, sugiriendo que esta agencia de la ONU estaba bajo control judío.
El Centro agradeció al Presidente del Comité y al país anfitrión, Colombia, así como también a los Estados que presionaron para la exclusión, entre ellos Austria, Filipinas y Polonia. Los 24 estados votantes acordaron la medida por consenso, sin necesidad de una votación.
Según informó el Centro, ni Bélgica ni su ONG de libertades civiles, UNIA, apoyaron la sanción al Carnaval, alegando que el accionar del organismo atenta contra la «libertad de expresión», sin hacer referencia a las claras manifestaciones de antisemitismo. Sin embargo, el Comité de la UNESCO estableció que el racismo constituye una violación de sus estatutos, por lo que se decidió remover a la celebración de la ciudad belga de su lista de prestigio.
Samuels enfatizó que «la exclusión no es garantía para un Carnaval de Aalst sin odio”, añadiendo que «el estatus de la UNESCO atrajo a miles de turistas al Carnaval”. Por último, advirtió: “Nuestro Centro vigilará y, si es necesario, tomará medidas para informar a nuestros más de 400.000 miembros y otros amigos de todo el mundo sobre los peligros de visitar una fiesta del odio».