Inicio ACT. COMUNITARIA Elecciones. Kaul es la tercera movida de Somos AMIA que obliga a todos a recalcular

Elecciones. Kaul es la tercera movida de Somos AMIA que obliga a todos a recalcular

Por Gustavo Beron
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Itongadol.- Cuando numerosos activistas, rabinos e instituciones comunitarios decidieron confluir en una alianza para tratar de destronar a la ortodoxia y «recuperar» la AMIA seguramente imaginaban una lucha cuerpo a cuerpo (léase: voto a voto) entre ambas facciones, y cuando se convencieron de que habría una tercera lista, no se preocuparon demasiado porque no le auguraban un gran peso electoral de cara al 5 de abril.

Sin embargo, con el paso de las semanas ello pareció desmentirse, ya que cada vez más puede advertirse que el verdadero rival de aquella Una AMIA es la flamante Somos AMIA (¡qué trabalenguas!), a la cual no dudó en calificar de «colectora» del Bloque Unido Religioso (BUR) o predecir que los sufragios que ella pudiera conseguir resultarían, al fin de cuentas, funcionales al oficialismo, al punto que hasta su candidato presidencial, Alejandro Kladniew, «bajó al fango» para referirse a ese punto.

Lo cierto es que los enormes, exitosos e inusitados trabajo y esfuerzo desplegados por Una AMIA para combatir la apatía de los propios chocaron inesperadamente con acciones electoralistas y «marketineras» de fuste de Somos AMIA, cuyo principal armador, entre bambalinas, parece ser el presidente de la OSA y secretario general de Mercaz, Sergio Pikholtz.

Esta campaña proselitista se parece, como nunca antes, a una partida de ajedrez, en la cual cada jugador observa y reacciona a la movida de su rival y pretende anticipar las propias y las ajenas.

Así, después de que Una AMIA lanzó una iniciativa para jerarquizar el rol femenino en la conducción de la entidad, Somos AMIA sorprendió al anunciar a Batia Nemirovsky como su postulante a dirigir la mutual, lo cual la convertiría en la primera mujer en hacerlo.

Más allá de que las elecciones no son directas y de que sus posibilidades de hacerse con el cargo no parecen ser demasiadas, fue un mensaje del tipo «ellos hablan, nosotros hacemos».

La siguiente jugada le correspondió a Somos AMIA, que se autotituló como la «lista sionista» y obligó a su rival a reivindicar un apoyo a Israel que hasta entonces no había sido mencionado, o al menos destacado.

Las declaraciones públicas de los referentes de Una AMIA demuestran que «sintieron», en lenguaje boxístico, esas movidas y ahora deben estar abocados a buscar el modo de neutralizar el flamante anuncio de Abraham Kaul, que podría restarles más votos que las acciones anteriores de sus competidores directos por el mismo electorado no ortodoxo.
Desde Una AMIA sostienen que lo más importante es el cuidado que merece la “unidad comunitaria” por encima de todo y más de uno se pregunta “como Kaul puede jugar políticamente contra su esencia y su formación política” en clara alusión al posible acuerdo de Somos AMIA con el BUR. Alguno fue más allá soltando el comentario “deberíamos acordar el modo de unirnos contra la ortodoxia, nunca es tarde”.

Según pudo averiguar Itongadol, su voluntad era ser “prescindente” en esta campaña, después de meses de coqueteo con una candidatura, y que ello pensaba comunicar a la prensa el viernes a la tarde, pero tan solo una hora después informó que postergaba su pronunciamiento después de Shabat.

Sin dudas algo pasaba, alguien intercedió para convencerlo de cambiar su postura y reconvertirla en un fuerte apoyo a Nemirovsky y, por ende, Somos AMIA, lo cual efectivamente se concretó el sábado por la anoche.

Resta esperar la réplica de Una AMIA en esta ya apasionante carrera a la que le quedan solo dos meses, sin contar las negociaciones poselectorales, mientras la gente del BUR observa con pochoclos en la mano y hace su propio juego.

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