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Coronavirus: Abraham Kaul propuso que la AMIA conforme una nueva comisión directiva de emergencia para afrontar la crisis

Por Iton Gadol
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Itongadol.- En el marco de una serie de entrevistas que realiza ItonGadol a distintas personalidades que fueron protagonistas en la crisis de 2001, el ex presidente de la AMIA, Abraham Kaul, afirmó que es necesario “conformar una nueva comisión directiva de la AMIA, con una conducción fuerte y unida” para afrontar la problemática que dejará la pandemia del coronavirus.

“Mi sugerencia es que se conforme una nueva comisión directiva de AMIA que sea conducida por el BUR, porque tiene la mayoría de los votos obtenidos en la última elección, y que se repartan los cargos más importantes con responsabilidades entre los movimientos UNA AMIA y SOMOS AMIA, que tienen dentro de sus fuerzas a los movimientos religiosos y políticos que abarcan a toda la comunidad. Una vez que tengamos esta AMIA unida, y fortalecida, esta AMIA va salir adelante a buscar lo que necesita para afrontar la crisis”, propuso el dirigente comunitario.

Kaul recordó que en el año 2002, cuando asumió la presidencia de la AMIA, se encontró con “una sociedad que venía arrastrándose, una fuerte crisis comunitaria, económica y social, que trajo una pobreza superior al 35 por ciento, donde los pobres buscaban alimentos en los tachos de basura y donde la clase media comenzó a llamarse ‘la nueva pobreza’, porque uno de los elementos claves de ese período análogo es que la actual pandemia del coronavirus trae a la Argentina un mayor empobrecimiento. Los cálculos ya hablan de un 50% de pobreza y una clase media posiblemente en extinción”.

“Los que son empleados hoy mismo ya tienen reducciones salariales y los que son autónomos, pequeños comerciantes de nuestra comunidad, lamentablemente van a tener que cerrar por la falta de consumo de la gente. Y esto va a traer una pobreza muchísimo mayor a la que hayamos visto en el año 2002. La gravedad de este momento es que en 2002 pudimos contar con una ayuda internacional importante, y en este momento todos los países del mundo están sufriendo por la pandemia el mismo tipo de proceso. Valga como ejemplo la comunidad judía italiana, de 15 mil miembros, de una sociedad desarrollada, que está pasando hambre y requiere ayuda de la comunidad judía internacional”, agregó en diálogo con ItonGadol.

En ese sentido, Kaul destacó: “Necesitamos una conducción fuerte y unida. Hay tres modelos de apoyatura y de recaudación para nuestras necesidades. Primero, las recaudaciones que se puedan obtener del nivel nacional. Segundo, las recaudaciones a nivel internacional. Y tercero, las recaudaciones locales de la comunidad judía. Para ese proyecto, necesitamos una AMIA que esté a la altura de las circunstancias. Nuestro proceso de 2002 fue una comisión directiva de emergencia por tres años, conformada por todos los partidos políticos y religiosos de nuestra comunidad. Hoy hay que replicar el modelo. Y si no se pudiera estatutariamente, conformar una nueva comisión directiva para los próximos tres años, es urgente que se organice una subcomisión de emergencia para tratar el problema de la pandemia y las necesidades comunitarias. Y que en esa subcomisión, estén integrados SOMOS AMIA, UNA AMIA y los factores que pueden ayudar a trabajar mancomunadamente para resolver la crisis”.

Por eso motivo, resaltó que “esta conducción de la AMIA, que hoy está por distintos motivos centralizada en el BUR, tiene un peso demasiado grande para un solo movimiento político, que es llevar a cabo esta tarea”.

Por otro lado, planteó una serie de pasos a seguir sobre las necesidades que tiene la comunidad ante la crisis y cómo lograr afrontarlas: “Primero, a nivel nacional, la AMIA es la organización comunitaria que tiene la mayor entrada en los organismos del Estado. Desde la presidencia de la Nación, los distintos ministerios, los gobernadores, los intendentes, todos le abren la puerta a la AMIA cuando la AMIA se acerca. Esto es fundamental, porque como ciudadanos argentinos tenemos todo el derecho de pedir el apoyo para los miembros de nuestra comunidad que no tienen voz para poder solicitar las cosas que sean necesarias solicitar. Y por supuesto como ciudadanos argentinos, estamos comprometidos con toda la nación para colaborar en todo lo que la nación requiera de nosotros”.

Y continuó: “Segundo, el apoyo internacional. El Estado de Israel nunca dejó de apoyar a la comunidad judía, aún en la crisis del año 2002, venían fondos muy importantes para ayudarnos a mantener la educación judía. El Estado de Israel de hoy es un Estado fuerte, que ha progresado muchísimo, y tiene hasta un ministerio de la Diáspora. Se han comprometido a realizar este apoyo. Quién si no la AMIA puede ir y hablar con el primer ministro del Estado de Israel para pedirle ayuda a una comunidad, que es la sexta comunidad judía del mundo de 80 comunidades, que tiene una red escolar fantástica de 25 mil alumnos, decenas de asociaciones deportivas y templos. No existe una comunidad como la nuestra. Y el Estado de Israel no nos va a abandonar, pero nos va a apoyar si nos va a ver a todos unidos. Si nos ven separados, las ayudas no serán lo exitosas que deberían ser. Además, en la parte internacional, la comunidad judía de Estados Unidos, que fue uno de los soportes más importantes que tuvimos en la crisis de 2002, por más de que va a haber crisis en el mundo y en EEUU, también vamos tener su apoyo, vamos a tener el apoyo del Joint, del AJC y del Congreso Judío Mundial, para poder hacer una recaudación, siempre que nos vean a todos unidos. Si nos ven unidos, nos van a apoyar, estoy seguro”.

Al respecto, insistió en que “se debe conformar un comité de emergencia comunitaria, que esté liderado por la AMIA, por los antecedentes que acabo de mencionar, en donde DAIA y OSA conformen el paraguas comunitario que se necesita en una comunidad unida”.

Para ello, Kaul definió el rol que debería ocupar cada institución de la comunidad en esta mesa de emergencia: “Debe estar sentada la Agencia Judía, por ser el nexo fundamental con el Estado de Israel. Tiene que estar sentado en esa mesa CUJA, especialista en recaudación, que sabe cómo hacerlo y aprender de ellos; el KKL, que es el aportante más importante de la Agencia Judía, con un equipo de gente nueva y joven; el Joint, porque es una organización que apoyó permanentemente nuestras necesidades en 2002, haciendo la recaudación en EEUU y a su vez coordinando en la Argentina cómo organizar la tarea y cómo distribuirla, sentados en la misma mesa en aquel entonces con AMIA y con la Agencia Judía. La Fundación Tzedaká, que es una organización que permanentemente recauda fondos comunitarios, que sabe cómo hacerlo, y que da un apoyo bastante importante a los sectores de pobreza judía en Argentina. Y tienen que integrarse a esta mesa dos factores que tienen gente muy joven y fuertes necesidades, que son FEJA, una nueva organización que representa a los presidentes de las escuelas judías, toda una generación nueva y joven, que hoy está padeciendo no solo la dificultad de la pandemia, sino que ni siquiera los alumnos pueden ir a las escuelas. Tenemos escuelas vacías, padres que han cesado de pagar las cuotas de los colegios y que no saben cómo enfrentar esta situación. No los podemos dejar solos, tenemos que trabajar junto a ellos. Y FACCMA, porque está representando también a una generación joven y a su vez está sufriendo la consecuencia de que lo primero que hacen las personas necesitadas es dejar de pagar las cuotas sociales. Esta mesa es muy amplia y difícil de manejar, por las tareas que debe desarrollar. Sin embargo, es una manera de que esté toda la comunidad movilizada”.

“Este comité se organizará en subcomisiones. Una para tratar los temas comunitarios a nivel nacional, otra para hacer toda el área internacional, y otra para la recaudación local. Es muy importante, a su vez, ir organizando con la experiencia que tiene la AMIA, Daniel Pomerantz, y aquellos hombres que la conocen, más toda la experiencia del Joint de la distribución en la comunidad. Lamentablemente, hemos aprendido que es necesario armar un listado de los que necesitan la ayuda y qué tipo de ayuda, y que cada institución sepa a dónde cada persona va a recibir la ayuda para que no se duplique, y tiene que estar también sentado en esto el Vaad Hakehilot, representante de las comunidades del interior, porque la ayuda tiene que ser para todas las comunidades judías del país. En el interior son las kehilot locales las que se tienen que encargar de supervisar y distribuir esos fondos a las familias que lo necesiten”, agregó.

Asimismo, consideró que hay dos tipos de distribuciones que se deberán revisar: “Primero la individual, el listado con nombre y apellido de las personas que necesitan ayuda y en qué lugar van a recibir la ayuda y qué tipo de ayuda necesitan: alimentos, remedios, préstamos para expensas, entre otras necesidades. Y segundo, las necesidades institucionales, conformar mesas por el tema escuelas con los especialistas y con la supervisión de FEJA también. El tema sociodeportivas, con los especialistas y los miembros de las recaudaciones. Templos comunitarios y otro tipo de organizaciones que requieran la ayuda necesaria. Creo que la unidad comunitaria en esto es fundamental, porque muestra que todos vamos a empujar para el mismo lado en beneficio de la comunidad y porque fundamentalmente marca una transparencia, que cuando lo hace una sola institución en forma parcial en la comunidad no es bien recibido. Cuando estamos todos unidos y el marco de control es mutuo y la transparencia se expone, la colaboración siempre va a ser mayor”.

Finalmente, advirtió: “El efecto del coronavirus en la Argentina todavía no ha comenzado. Lo único que hemos hecho en estos dos meses es preparar hospitales, medicamentos, para lo que va a comenzar recién para finales de mayo y junio cuando comience el frío, en donde realmente veremos el grado de afectación que tiene nuestra sociedad. Sin embargo, el desastre económico ya está en todos nuestros hogares y cuando salgamos a la calle lo vamos a percibir con mucha mayor crudeza. Por eso decía que una AMIA unida tiene que conformarse por los próximos tres años, porque esta pandemia va a llevar bastante tiempo y este comité de emergencia va a tener que trabajar en forma mancomunada, en reuniones permanentes y va a tener que ayudar a muchos miembros de la comunidad, los institucionalizados y aquellos que están más alejados. Porque cuando la necesidad llama, ellos se van a acercar a las puertas comunitarias a recibir la ayuda que la AMIA siempre ha brindado y que todas las instituciones han colaborado para que todo judío reciba lo que debe recibir. Y por supuesto a la Agencia Judía le queda una tarea muy importante para desarrollar en los próximos tiempos”.

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