Iton Gadol.- En la antesala de las próximas elecciones en la AMIA, uno de los puntos centrales que en campaña resaltó la actual conducción, el Bloque Unido Religioso, es la educación. Detrás de la creación de nuevas escuelas, del otorgamiento de subsidios para becas y del fortalecimiento de los centros de formación docente está Ariel Halperín, que ocupa el cargo de Secretario de Educación de la mutual judía. Manteniendo un perfil bajo, en los últimos años ha hecho un aporte inmenso para el desarrollo y el crecimiento de la educación judía. «A nivel educativo, uno nunca puede darse por satisfecho», aseguró Halperín, dejando en claro que mira hacia el futuro, en una entrevista para Itón Gadol.
A continuación, la entrevista completa que Halperín mantuvo con Iton Gadol.
IG- ¿Cuál es el balance que hace hoy el socio de AMIA y las familias judías que no lo son, dado que la educación juega un papel muy importante en las próximas elecciones?
AH- La educación es un pilar fundamental para garantizar la continuidad de nuestro pueblo. Somos parte de un eslabón en una cadena milenaria. Por lo tanto, somos responsables de que el legado pase hacia la próxima generación y la herramienta esencial para lograrlo es la educación.
IG- En esa línea ¿Cuáles fueron los logros más significativos?
AH- Para el BUR uno de los objetivos principales fue volver a poner a la educación como una prioridad para la AMIA. Por eso, entre otras cosas, se logró la recuperación de los institutos de formación docente Agnon-Melamed, el incremento en el presupuesto educativo y los subsidios a escuelas de la red por medio de proyectos, la organización del primer encuentro internacional de educación judía en la Argentina, con más de 1200 educadores de todas las escuelas judías del país, viajes de capacitación para más de 100 docentes a Israel, el incremento record en la cantidad de escuelas involucradas en proyectos del Vaad Hajinuj, y demás. Durante la gestión del BUR, la AMIA apoyo el nacimiento de siete nuevas escuelas.
IG- ¿Que les quedaría por hacer a futuro para que se den por satisfechos por lo logrado?
AH- A nivel educativo, uno nunca puede darse por satisfecho. Creo que una de las mayores preocupaciones que hay hoy son los chicos que estudian por fuera de la red judía. Ahí hay un área de oportunidad. Tenemos, entre otras casas, una financiación asignada para un proyecto con una escuela para otorgar becas a esas familias y niños que quieran incorporarse a la red. El desafío es enorme.
IG- ¿Las escuelas mal llamadas ortodoxas y las laicas reciben el mismo trato desde AMIA?
AH- Primero y principal, quiero aclarar no me siento cómodo con esa distinción, siendo que todos y cada uno de nosotros somos parte de un solo pueblo, mas allá de la orientación ideológica que podamos tener. Pero yendo a lo concreto, el trato siempre ha sido igualitario, sin hacer distinción ideológica. La mayoría del apoyo en subsidios, financiación de proyectos, actividades, soporte educativo e iniciativas que surgen desde la AMIA por intermedio del Vaad HaJinuj han sido direccionadas a las escuelas laicas; y en los últimos años se potenció ese crecimiento. A modo de ejemplo, FEJA (Federación de Escuelas Judías de Argentina) ha sido socia y participe en la asignación del apoyo económico que se brinda a las escuelas en base a proyectos presentados. Recibimos 59 proyectos durante el 2019. Fue un proceso en el que, a pesar de tener una participación diversa y heterogénea, se llegó a un consenso amplio en el cual nadie se sintió tratado de una forma desigual.
IG- ¿Cómo es la matriculación actual de las escuelas judías?
AH- En las escuelas de la red hay aproximadamente 24.000 chicos. El número se ha incrementado en un 2% anual durante los últimos 3 años. Esperamos poder ampliar ese crecimiento para llegar a la gran mayoría de los chicos de la colectividad. La educación judía es un derecho, no un privilegio. Tenemos que hacer el esfuerzo para garantizarle el acceso a todos. Pero salir a decir libremente que vamos a becarle el 50% a todos los que no están en condiciones de pagar, y comprometer a los colegios con el otro 50% de la beca, sería una irresponsabilidad total. Es desconocer la realidad que viven nuestras escuelas, las cuales mayormente tienen un déficit financiero sustancial.
IG- Se conoce la gravedad respecto a la falta de docentes. ¿Qué puede decirnos de esto ?
AH- Por supuesto, sin docentes no hay educación. Fue lo primero que abordamos en la Comisión Directiva. Hace casi 20 años la AMIA se desprendió de los institutos de formación docente, los cuales constituían el “orgullo” de la institución. Mi mamá, que fue «morá» por casi 50 años, y tantos otros docentes de los que tuve el honor de aprender fueron formados en ese semillero. Una fuente de líderes educativos que nutrieron a gran parte de Latinoamérica fueron formados ahí. Encontramos los institutos que estaban siendo gestionados por dirigentes que hoy integran otras listas en esta elección en un estado de abandono total. Los alumnos regulares no llegaban a una decena, aunque había asignaciones de la AMIA por 120 mil dólares anuales y otros montos cuantiosos que recibían por parte de otras entidades. En tan solo 2 años, «Agnon y Melamed» tiene 5 sedes y 200 alumnos. A pesar del crecimiento exponencial que tuvimos, el número aún es bajo si se lo compara con la cantidad de alumnos que tenemos en la red. Sería bueno hacerle esta misma pregunta a quienes hace tantos años permitieron la decadencia de los institutos, sin darle la prioridad que se merece a la formación docente.
IG- ¿Cómo convive la Educación No Formal con la formal? ¿Qué valor le atribuye?
AH- Ambas constituyen pilares fundamentales en la formación humana y judáica. Sin una de ellas, la formación integral quedaría “renga”. A modo de ejemplo personal, la formación que tuve en movimientos juveniles, clubes, «tnuot» y la experiencia de muchos años como «madrij» han sido tan importantes como la educación formal que recibí. No concibo la ideología de verlas como opuestas sino como complementos.
IG- Uno de los candidatos para las próximas elecciones estuvo al frente de Vaad Hajinuj muchos años, ¿Qué opinión le merece?
AH- Me parece que es un aspecto positivo y un valor agregado que la candidatura provenga de una persona que tiene antecedentes y conocimientos en el área de la educación. Celebro ese hecho, aunque en lo que a perspectiva educativa respecta tengamos una visión diferente.