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Itongadol/AJN.- La extensa sesión parlamentaria en la que se debatió el nuevo Presupuesto Nacional fue complicada desde el comienzo, debido a reiteradas fallas del sistema electrónico de votación. Durante algunos minutos, los miembros de la oposición creyeron que habían ganado la votación de varias de las oposiciones presentadas al proyecto de ley, hasta que el desperfecto técnico fue reparado.
También hubo algunas confusiones. El líder de la oposición y del partido Hamajané Hatzioní (Movimiento Sionista), Yitzjak Hertzog, votó por error con al coalición de gobierno respecto de una de las oposiciones al Presupuesto. Ello provocó fuertes risas del primer ministro Netanyahu y varios ministros del gobierno que se encontraban a su alrededor.
Pero poco después, también en la coalición hubo un voto “confundido”. El ministro Uri Ariel votó con la oposición respecto de un artículo de la ley de Presupuesto relacionado con el Ministerio de Comunicaciones. El tema fue devuelto a la Comisión de Finanzas del Parlamento, para que fuera tratado nuevamente y el Plenario debió realizar un receso forzado.
Poco después el Movimiento Sionista reclamó que el tema se votó sin debate previo en el Comité de Finanzas y solicitaron al asesor legal de la Knesset, abogado Eyal Yinon, que dicha votación sea anulada y se convoque al ministro de Comunicaciones – Binyamin Netanyahu – a una comparecencia sobre el presupuesto del ministerio.
Al comienzo de la sesión, el ministro de Finanzas Moshe Kajlon, dijo que "la situación socio-económica actual es un peligro para la seguridad nacional. Le hemos declarado la guerra y estamos decididos a triunfar. El Presupuesto Estatal que hoy traigo a votación es realmente una buena noticia para los ciudadanos de Israel. Nos permitirá garantizar las prestaciones por desempleo para los autónomos, subsidio familiar, y casi un billón de shekels de inversión en vivienda pública. Se trata de un presupuesto que mantiene la seguridad de Israel y aumenta su capacidad, fortaleza y preparación".
La oposición insistió en que debía realizarse un voto por cada partida del presupuesto, después que en la Comisión de Finanzas se les impuso el voto abreviado, que impidió que se trataran todas las reservas que habían presentado. Así se impidió que fueran sometidas a votación las más de 30 mil objeciones presentadas por los miembros de la oposición sobre el Presupuesto Nacional.
Si todas esas reservas se hubieran votado, el proceso habría durado al menos 11 días, y, teóricamente, el gobierno podía caer. La reducción permitió que la votación se realizara en el tiempo requerido por la ley.