Itongadol.- En plena escalada militar entre Israel e Irán, varios bebés nacieron en salas de parto reforzadas, preparadas para operar bajo amenaza de misiles. Las instalaciones, equipadas para garantizar la seguridad de madres y recién nacidos, funcionaron sin interrupciones durante los recientes ataques.
Las imágenes difundidas muestran a los bebés envueltos en mantas azules y vestidos con bodies que llevan la frase: “Tengo una leona por madre”, en homenaje a la fortaleza de las mujeres que dieron a luz durante los bombardeos.
Pese al clima de tensión, los equipos médicos lograron mantener la atención materno-infantil en condiciones seguras. Estos nacimientos simbolizan un momento de vida y esperanza en medio de la crisis regional.
En Israel, muchos hospitales cuentan con instalaciones subterráneas, construidas a dos o tres pisos bajo tierra, diseñadas para funcionar con normalidad incluso en situaciones de guerra. Estos espacios protegidos, algunos con especificaciones antiatómicas, permiten que áreas críticas como salas de parto, quirófanos y unidades de terapia intensiva continúen operando sin interrupciones, garantizando atención médica segura tanto para civiles como para soldados heridos, incluso bajo ataques.