Itongadol/AJN.- En 1919, Solomon Guggenheim decidió dedicar su atención al coleccionismo. Su enfoque se trasladó desde el arte clásico al moderno abstracto en 1927 y pasó a tener obras de Chagall, Modigliani, Mondrian, Leger y muchos otros. Frank Lloyd Wright, el arquitecto más conocido de Estados Unidos, fue el encargado de diseñar el nuevo hogar para las obras.
El 21 de octubre de 1959, el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York abrió las puertas de su nueva casa, diseñada por Frank Lloyd Wright. Con su diseño en espiral, que es más ancha en la parte superior que en la parte inferior (como un tornado) y un espacio de exhibición principal que se despliega, a la que el visitante desciende por una rampa desde el último piso, es tan fácilmente reconocible como alguno de los tesoros de arte moderno que alberga.
Solomon R. Guggenheim (1861-1949) fue uno de los 10 hijos de Meyer Guggenheim, un judío de origen suizo que emigró con sus padres a Estados Unidos en 1847. A pesar de que comenzó en la importación y ventas, Meyer hizo su fortuna después de que comenzara a invertir en la minería y la fundición. Para el final de la Primera Guerra Mundial, él y su familia controlaron más de tres cuartas partes de las reservas mundiales de plata, cobre y plomo.
Después de los estudios en Suiza, Solomon Guggenheim comenzó a trabajar en el negocio familiar, haciéndose cargo de su operación de extracción de oro en Alaska, el Yukón Gold Company. Al mismo tiempo, comenzó a coleccionar arte, a partir de la década de 1890.
En 1895, se casó con Irene Salomón Rothschild, hija de un fabricante de ropa judía alemana, que se unió a su marido en su búsqueda de las bellas artes.
En 1919, Solomon Guggenheim se retiró del negocio del día a día para dedicar su atención al coleccionismo. Su enfoque se trasladó desde el arte clásico al moderno abstracto en 1927 y pasó a tener obras de Chagall, Modigliani, Mondrian, Leger y muchos otros.
Inicialmente Guggenheim mostrará obras de su colección en su departamento en el Hotel Plaza de Nueva York. Pero en 1939, dos años después de la creación de una fundación para promover la apreciación del arte moderno, abrió un museo en cuartos temporales en una antigua sala de exposición de automóviles en el centro de Manhattan.
Eso llevó a la decisión, en 1943, a sugerencia de Irene Guggenheim y a su vez de Frank Lloyd Wright, el arquitecto más conocido de Estados Unidos, de diseñar un nuevo hogar permanente para el museo.
Sin embargo, el Guggenheim, que ha sufrido varias reformas y ampliaciones, la última de las cuales incluyó la construcción de una torre de 10 millones de dólares que ofrece nuevo espacio expositivo, se convirtió rápidamente, y se ha mantenido, en uno de los iconos arquitectónicos más reconocibles de Nueva York.