Itongadol/AJN.- El presidente egipcio, Mohamed Morsi, aseguró esta noche que no renunciará a su cargo como exigieron millones de manifestantes y prometió proteger con su vida la "legitimidad constitucional".
En un discurso transmitido en vivo por la televisión estatal, el mandatario acusó a los partidarios de su predecesor Hosni Mubarak de la ola actual de protestas para derrocar su Gobierno.
"No hay sustituto para la legitimidad", dijo Morsi, que ha recibido un ultimátum de los militares para resolver sus diferencias con la oposición mañana miércoles o va a intervenir para supervisar la aplicación de su propia hoja de ruta política.
Morsi sostuvo que “antes de la revolución 25 de enero hubo corrupción, robo, opresión y falsificación de las elecciones".
“Hemos soportado el período de ajuste y celebró una elección justa. Los egipcios le mostramos al mundo el 29 de junio de 2012, que han elegido a un presidente libremente", agregó.
"Después de la elección, me juré que iba a mantener a la nación y su estabilidad", subrayó Morsi.
No obstante, el mandatario admitió haber cometido errores, pero que gran parte de las dificultades que su administración estaba arraigada en sus predecesores. "Treinta y dos familias que controlan el país y chupaban la sangre del pueblo egipcio", añadió.
Morsi denunció que los partidarios de Mubarak estaban interesados en retomar el poder, pero que "las viejas fuerzas del crimen no están por encima de la democracia”. “Ellos están usando (a la gente joven) para crear la anarquía", consideró.
Además, Morsi destacó que estaba comprometido con la Constitución y el pueblo egipcio, y agregó que quiere "un ejército fuerte que cuente con el apoyo de la gente".
Finalmente, el presidente egipcio instó a los manifestantes a evitar la violencia.
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