El reparto de la medicina se hará desde esta tarde y durante cuatro horas casa por casa y será entregada a cada familia con la recomendación de que no deben abrir la caja ni administrarla a sus miembros antes de recibir una orden expresa.
La distribución, dijeron fuentes militares, comenzará por el pueblo de Dimona e incluirá a los miembros de las localidades y aldeas de la comunidad beduina en el desierto del Néguev.
Aunque el reactor atómico de Dimona opera dentro del mayor secreto desde hace casi medio siglo, cuando se construyó como si fuese «una fábrica textil» con la cooperación de Francia y Alemania, nunca antes se había entregado a la población este tipo de medicinas para el caso de un ataque o un fallo técnico que pudiera afectarla por un escape de material radiactivo.
Se trata de cápsulas de yodo que contrarrestan y reducen la absorción del yodo radiactivo y fortalecen el sistema de las defensas del organismo, informaron las autoridades.
El alcalde de la ciudad de Arad, Motti Brill, se manifestó en contra de que esas cápsulas sean repartidas en su localidad.
Brill, ex ingeniero del Centro de Investigación Nuclear de Dimona, afirmó que, según su experiencia, no hay necesidad de dichas píldoras y, además, su distribución dañará seriamente la imagen de su ciudad, en la que suelen instalarse muchos enfermos de asma por las características de su clima seco.
La aprobación de la campaña en el Consejo de Ministros, hace unas semanas, desencadenó una serie de protestas en la opinión pública pues la decisión despertó una inquietud que no existía hasta la fecha, a pesar de las décadas que lleva operando ese reactor, y el temor de que el peligro sea mucho más concreto que en el pasado.
El reactor de Dimona, a pocos kilómetros de la ciudad de Beersheva, la cuarta del país después de Jerusalén, Tel Aviv y Haifa, y capital del desierto meridional del Néguev, fue uno de los objetivos del derrocado presidente iraquí Sadam Husein en la guerra del Golfo Pérsico de 1991, cuando atacó Israel con 41 de sus misiles balísticos Scud (Al Huseini).
Durante aquella guerra, en la que no intervenía Israel, así como antes de la ofensiva del año anterior de Estados Unidos y sus aliados contra el régimen de Sadam Husein, los israelíes recibieron máscaras y medicinas para protegerse de gases letales en el caso de que el líder iraquí atacase a este país con armas químicas.
Los principales enemigos potenciales de Israel, Siria y la República Islámica de Irán, cuyas autoridades han proclamado en el pasado el deseo de «destruir la entidad sionista», cuenta con misiles balísticos capaces de alcanzar el reactor de Dimona.
Los soldados entregarán junto con el Lugol instrucciones para su uso en hebreo, árabe, inglés, cirílico para los inmigrantes de la extinta Unión Soviética y en lengua amari para los procedentes de Etiopía.
La dotación incluye cinco cápsulas por persona y un número adicional teniendo en cuenta las expectativas de crecimiento de la familia en los próximos cinco años.
En caso de urgencia, asimismo, podrán obtenerse en bases militares, escuelas y entidades públicas.
«Cada ciudadano tendrá a su disposición una píldora esperándole para el caso de que el incidente se produzca cuando no esté en su hogar», dijo a los periodistas un oficial militar.
Fte Tele 5