Mahmoud Ahmadinejad llegó hoy, martes, a Egipto en el primer viaje de un presidente iraní a este país desde la Revolución Islámica de 1979 y en una inequívoca muestra de acercamiento en las relaciones después que los egipcios eligieron a un jefe de Estado islamista, Mohamed Morsi (ambos en la foto), de la Hermandad Musulmana.
Éste recibió a su visitante en el aeropuerto de El Cairo con un beso y luego ambos caminaron por una alfombra roja, mientras un sonriente Ahmadinejad estrechaba la mano de diversos dignatarios.
El líder chiíta asistirá mañana, miércoles, a una cumbre islámica, pero hoy tiene previsto reunirse con el gran jeque de Al-Azhar, uno de los sitios de aprendizaje más antiguos del mundo sunita.
Sin embargo, los analistas dudan de que los históricos cambios que llevaron a Morsi al poder se traduzcan en el pleno restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre dos Estados que las rompieron en 1980, al año siguiente de la revolución y de la implementación del tratado de paz entre Egipto e Israel.
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