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Israel ha aceptado que no puede evitar que los palestinos avancen con su pedido de actualizar su status en las Naciones Unidas hoy. La Asamblea General está lista para aprobar el intento de Mahmoud Abbas de aumentar el status de la Autoridad Palestina al de estado observador no miembro.
“No exageraría la importancia de la votación de la ONU. Es verdad, veremos fuegos ratifícales en Ramallah pero los asentamientos se mantendrán exactamente donde están y la Fuerza de Defensa de Israel seguirá operando en las mismas áreas”, dijo un funcionario israelí.
El foro de nueve altos ministros todavía debe decidir qué pasos tomará en respuesta pero parece que Israel mantendrá un bajo perfil para no desviar el foco del movimiento palestino, el cual viola claramente los Acuerdos de Oslo.
El martes, Francia anunció oficialmente que estará apoyando el pedido palestino. Se estima que la mayoría de los países asiáticos y africanos también votarán a favor de la actualización del estado. Gran Bretaña está lista para abstenerse, al igual que Italia, Australia y Alemania. Funcionarios israelíes estiman que otros más además de Israel, como Estados Unidos, Canadá, Micronesia y Guatemala, votarán en contra del pedido.
Habiéndose dado cuenta de que se ha perdido la batalla, funcionarios israelíes están intentando minimizar el movimiento. “No seré pasivo y me quedaré de brazos cruzados, pero no hay necesidad de dar declaraciones. Responderemos cuando sea el momento apropiado”, dijo el funcionario.
A pesar de que Israel está acusando a los palestinos de violar los Acuerdos de Oslo, ha anunciado que seguirá honrándolos. Sin embargo, se ha revelado que el ministro de relaciones exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha recomendado deducir los 750 millones de shekels de la Autoridad Palestina en la Corporación Israel Electric del dinero impositivo que Israel transfiere a los palestinos cada mes, según el Acuerdo Paris de 1994.
También se desestimaron las amenazas palestinas de juzgar estadistas y funcionarios por la construcción de asentamientos ante la Corte Criminal Internacional. “No debemos temerle a esto”, destacó.