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Kadima es una pujante institución sociodeportiva de la comunidad que en los últimos años ha disminuido la edad promedio de sus socios significativamente y que constantemente esta proyectando brindar más servicios a sus miembros, tanto en su Club de Campo ubicado en el Gran Buenos Aires, más precisamente en Moreno, como en la sede de la Ciudad de Buenos Aires.
Su vicepresidente, Luis Nimhauser (de 55 años), habló sobre la realidad actual de Kadima y su inserción en la comunidad judía de la República Argentina.
¿Cómo se preparan para la ya cercana temporada estival?
Kadima siempre está evolucionando y para esta temporada de verano hemos vuelto a invertir en el área social, en especial en el sector pileta, a fin de continuar brindando los servicios que los socios necesitan en el club de campo.
¿Qué es el área social?
En el Club de Campo, hay dos sectores, el social, en el que conviven tanto los socios que tienen casas como los que utilizan los dormis, y aquellos que vienen por el día, ya sea el sábado y/o el domingo; es el sector donde se desarrollan las actividades deportivas, pues allí están las canchas y la pileta; el kinder; y las actividades de esparcimiento, recreativas y culturales, pues además del comedor contamos con tres espacios, uno destinado a los jóvenes y los otros dos con televisores, que se utilizan tanto para ver los partidos de fútbol como proyectar películas. El segundo sector es el de las casas donde sus habitantes pasan el fin de semana, y en muchos casos todo el verano, o gran parte de él.
Nuevamente tienen una sede en la ciudad de Buenos Aires, ¿por qué?
Kadima siempre tuvo una sede en Buenos Aires, cuando yo era chico esta en la calle Gurruchaga al 600, y cuando ese lugar se vendió se compró otro lugar en la calle Terrada, donde siempre hubo una actividad cultural muy importante, en las que se contaban las representaciones teatrales de importantes grupos de teatro que funcionaban en el club. En 1999 se tomó la decisión de vender ese lugar y destinar el dinero obtenido a refaccionar algunas áreas centrales del Club de Campo. Desde que asumimos la conducción del club, con Pablo Reisman como presidente, consideramos que debíamos de volver a tener una sede en la Buenos Aires y mantuvimos conversiones con instituciones amigas hasta que tuvimos la oportunidad de abrir la sede en la calle César Díaz, que funciona de lunes a viernes, y donde unos 200 socios desarrollan casi 30 actividades, tanto destinadas a los chicos (fútbol, hockey, rikudim entre otras) y a los adultos, por ejemplo rikudim, salsa y yoga; y en ciertas ocasiones conferencias.
Para el domingo 4 de noviembre está convocada la Asamblea que elegirá nuevas autoridades, ¿qué ocurrirá?
El estatuto establece la renovación de los miembros de la comisión directiva por mitades y 4 de noviembre se deben elegir el vicepresidente, el secretario y vocales. El presidente y el tesorero con parte de los vocales tienen un año más de mandato. Se concensuó una lista y continuamente estamos incorporando gente para participar en la Comisión Directiva. Si bien hay algunos cargos que continúan, como en mi caso, hay otros que se renuevan. Nuestro grupo, en los seis años que llevamos de gestión hemos bajado significativamente la edad promedio de los socios; cuando asumimos estaba entre los 58 y 60 años y ahora está por debajo de los 40; hoy tenemos casi 500 chicos y cerca del 50% de los socios tienen una antigüedad menor a 5 años. Nuestro crecimiento ha sido tal que hoy podemos decir que somos la quinta institución sociodeportiva que integra FACCMA y la comunidad.
En Moreno tiene su sede otra institución sociodeportiva comunitaria, Bar Kojba, ¿cómo es la relación?
En una época éramos como el clásico del oeste hasta que, por suerte, las nuevas cabezas dirigenciales pudieron comprender que es más importante buscar los acuerdos que los desacuerdos. Con Bar Kojba tenemos un acuerdo deportivo relacionado con la actividad deportiva de los chicos, pues en los campeonatos que organiza FACCMA los equipos de las divisiones juveniles se integran en forma conjunta, por ejemplo en fútbol, si bien en primera división se participa por separado.
¿Kadima tiene alguna afinidad o identificación con algunas de las líneas ideológicas comunitarias?
Kadima no tiene una identificación ideológica institucional, si bien cada uno de los dirigentes puede tenerla y formar parte de algún “partido”. Lo que sí ocurres es que Kadima está plenamente identificada con el sionismo, al que fomenta, y apoyamos en todo al Estado de Israel; integramos FACCMA al ser parte del movimiento macabeo mundial, también la DAIA, y también el Nuevo Modelo Comunitario – NMC.
Por lo tanto apoyan la candidatura de Julio Schlosser a presidente de la DAIA.
Si, Kadima lo apoya, pues estamos identificados con el proyecto del NMC, pues lo consideramos una nueva mirada a lo que tiene que ser la DAIA en cuanto al apoyo de sus instituciones. Yo represento a Kadima en el NMC y soy candidato a Revisor de Cuentas suplente pues consideramos que el NMC es un núcleo de dirigentes comunitarios provenientes de distintas instituciones: ya sea sociodeportivas, escolares, templo y factores ideológicos (partidos comunitarios) que vemos que en la gestión está el gran cambio que se necesita para acercar lo que es la DAIA a todas las instituciones y permitir – de alguna manera – aproximarla a la gente. En relación a nuestra integración en el NMC, y por lo tanto a la candidatura de Julio Schlosser, que es socio de Kadima pero lo postuló la comunidad Bnei Tikva de la que fue presidente, conversamos con distintos grupos de socios que existen dentro de Kadima, con los ex presidentes, y en ningún caso hemos recibido una respuesta negativa a lo que hacíamos.
¿Por qué aceptaste ser candidato a un cargo en la DAIA?
Por un lado fue para mí un honor que mis pares de la Comisión Directiva me hayan propuesto para que represente a Kadima en el NMC. También es un honor que personalidades como Julio Schlosser y Waldo Wolff hayan aceptado que forme parte de su equipo. El NMC es un proyecto, más allá de quienes sean sus candidatos, en el que vienen trabajando desde hace tiempo y cuyo resultado se vera el lunes 5 de noviembre.
Si, que si bien uno le quieta mucho tiempo a lo que tiene que ver con la familia y con el trabajo; es un gusto poder tener una actividad comunitaria, poder dirigenciar y hacer algo por las instituciones, y la verdad que lo hago con mucho gusto y, también, con mucho esfuerzo.