A veinte años del atentado a la Embajada de Israel en la Argentina, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, afirmó que “la memoria no alcanza si no se terminó de hacer justicia” en uno de los ataques terroristas más trágico que sufrió la Argentina.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Borger ratificó su preocupación porque “el terrorismo internacional sigue avanzando” y la Argentina ante este flagelo “lamentablemente es pionera”, ya que en la región no se conocieron hechos similares hasta la voladura de la Embajada.
“Estamos preocupados porque todavía no tenemos respuestas, la memoria no alcanza si no se ha terminado de hacer justicia. Estamos a 20 años del atentado de la Embajada de Israel y estamos a pocos meses de los 18 años del atentado de la AMIA”, apuntó el dirigente comunitario.
Borger enfatizó que los argentinos tienen “el deber y el derecho de estar permanentemente preocupados y ocupados” por el avance del terrorismo internacional.
“Exigimos memoria y justicia y hasta que eso no se alcance estaremos preocupados por un posible tercer atentado que, por supuesto, queremos y esperamos que no suceda. Pero el mundo debe saber que el terrorismo solo siembra sangre, terror y lágrimas y que es lo que venimos padeciendo y sufriendo a 20 años de este atentado”, advirtió el presidente de la AMIA.
Asimismo, Borger indicó que al haber sido blanco de dos ataques terroristas que aún no se resolvieron ante la justicia, la Argentina se presenta como “un terreno propicio para hacer atentados”.
“Si en 20 años no tenemos una respuesta, ni una resolución, ni detenidos, en semejante atentado quiere decir que acá es posible hacer atentados sin tener el pago correspondiente ante la justicia”, consideró.
Borger comentó que para el acto oficial por el 20º aniversario del atentado a la Embajada de Israel llegarán a Buenos Aires “muchos referentes” que estuvieron en la sede diplomática durante el ataque, como el ex embajador Itzhak Shefi.
El atentado contra la Embajada de Israel en la Argentina se perpetró el 17 de marzo de 1992 con un saldo de 29 muertos y cientos de heridos. Dos años más tarde, el 18 de julio de 1994, la sede de la AMIA fue víctima de otro ataque terrorista que dejó 85 muertos y cientos de heridos.
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