(Reuters) – Alentado por las informaciones que apuntan a que el primer ministro Ariel Sharon no será imputado en un escándalo por corrupción, su viceministro predijo el martes que el Gobierno israelí aprobaría con escaso margen su plan modificado para la retirada de Gaza la próxima semana.
El intento de Sharon por triunfar sobre la oposición de línea dura a su estrategia de retirada de Gaza se enfrentaba a la amenaza de una acusación que podría sacarle del Publicidad
cargo.
Pero Sharon recibió un empujón cuando algunos diarios informaron de que el fiscal general del Estado, Menachem Mazuz, se inclinaba a favor de la opción de dejar a un lado el caso de corrupción. Oficiales del Ministerio de Justicia negaron que se hubiera tomado una decisión, pero prometieron un fallo para mediados de junio.
«Mazuz y su equipo creen que a pesar del supuesto comportamiento corrupto de Ariel Sharon en el asunto, no hay suficientes pruebas para conseguir una declaración de culpabilidad», dijo una fuente judicial que fue citada en el diario Yedioth Ahronoth.
Asesores de Sharon, que ha negado cualquier comportamiento incorrecto, creen que ahora ha salido fortalecido, en un momento en el que trata de presionar sobre los ministros para que avalen una nueva versión de su plan de retirada de Gaza rechazado por su propio partido Likud, en un referéndum celebrado el 2 de mayo.
El viceprimer ministro, Ehud Olmert, dijo que una estrecha mayoría en el gabinete estaba ahora dispuesta a apoyar un nuevo plan que pide una retirada de Gaza en fases en lugar de hacerlo de una sola vez.
Pero fuentes políticas dijeron que la victoria de Sharon estaba lejos de estar segura. Si no logra la aprobación del gabinete sería una segunda derrota humillante para el primer ministro en menos de un mes y podría sumir a su gobierno en una crisis.
La votación del gabinete establecida para el domingo se produce tras un cerco de seis días contra el campo de refugiados de Rafah, la mayor ofensiva de Israel en la Franja de Gaza en años, en la que las tropas han matado a más de 40 palestinos, demolido docenas de casas y provocadn indignación internacional.