El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se defendió de las críticas mordaces lanzadas contra las recientes medidas impulsadas en el Parlamento, entre las que se destaca la controvertida enmienda a la ley contra la difamación.
Desde los sectores de la oposición afirmaron que la medida es un virtual golpe mortal a la democracia en Israel.
El Primer Ministro se presentó en la Knesset (Parlamento israelí) después que la oposición convocó una sesión especial titulada: "Los fracasos políticos, sociales y económicos del gobierno de Netanyahu".
"Nadie tiene el derecho a la calumnia", dijo Netanyahu al pleno de la Knesset. "Este proyecto de ley tiene la intención de volver a la publicación de la verdad", agregó.
Asimismo, el Premier israelí indicó que “el proyecto está destinado a hacer frente a cualquier persona que haga declaraciones que no son ciertas”, pero aclaró que “toda persona tiene derecho a difundir, informar y escribir, pero nadie tiene el derecho a la calumnia”.
"La persona a la que le han hecho mal merece ser compensada. Esto no es sólo un decreto al azar. Esto es un fallo de los tribunales y la mayoría de la población apoya este proyecto de ley, porque saben que la protección de tales casi no existe”, sostuvo Netanyahu, según consignó el portal de noticias Ynet.
El Primer Ministro resaltó que “esta enmienda es necesaria, pero no hay necesidad de dejarse llevar – todo debe ser hecho en buena medida", agregó.
Además, Netanyahu indicó que todos los casos serán revisados por la Justicia y “el tribunal siempre tendrá la última palabra”.
"Yo enciendo la radio y la televisión y leo los periódicos y he aquí que todo el mundo está de acuerdo con el primer ministro… Nadie piensa que va a terminar con la policía del pensamiento. No hará daño a nuestra democracia – después de todo – esto es de lo que se trata la democracia”, enfatizó.
Netanyahu consideró que si la norma es aprobada, Israel tendrá “una democracia más sana, más fuerte y más justo".
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