El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó hoy que la liberación del soldado Gilad Shalit, quien estuvo más de cinco años cautivo a manos de la organización palestina Hamas fue “una de las misiones más delicadas” que enfrentó desde que se hizo cargo del gobierno.
Además en un mensaje dado a los israelíes, Netanyahu minimizó la amenaza que representa la liberación de los 1.027 presos palestinos que fueron incluidos en el acuerdo para permitir el regreso de Shalit a Israel.
“Conozco muy bien que el dolor de las familias de las víctimas del terrorismo es demasiado pesado de soportar. Es difícil ver a los indignos, que asesinaron a sus seres queridos, liberados antes que cumplir sus sentencias completas”, expresó el Premier, según un comunicado prensa enviado a la Agencia Judía de Noticias.
En el mensaje, Netanyahu apuntó que hoy los israelíes están unidos “con alegría y dolor”. “Hace dos años y medio, volví a la Oficina del Primer Ministro. Uno de las misiones principales y más complicadas que encontré sobre mi escritorio, y que establecí en mi corazón, fue traer a nuestro soldado secuestrado, Gilad Shalit, de regreso a casa, vivo y en buen estado. Hoy esa misión fue completada”, dijo.
Netanyahu reconoció que fue “una decisión muy difícil”. “Vi la necesidad de hacer regresar a su hogar a alguien a quien el Estado de Israel había enviado al campo de batalla. Como soldado de las FDI y comandante salí, muchas veces, en misiones peligrosas. Pero siempre supe que, si yo o uno de mis camaradas caía cautivo, el Gobierno de Israel haría su máximo esfuerzo por regresarnos a casa y, como Primer Ministro, ahora lo hice”, afirmó.
“Como líder que, a diario, envía soldados a defender a ciudadanos israelíes, creo que la ‘responsabilidad mutua’ no es solo un slogan: es la piedra angular de nuestra existencia”, expresó.
El Primer Ministro también relativizó el peligro que representa la liberación de cientos de palestinos acusados de terrorismo.
“Veo la necesidad adicional de minimizar el peligro a la seguridad de los ciudadanos de Israel. A tal fin, enuncié dos exigencias claras. Primero, que los altos líderes de Hamas, incluyendo a los archi-asesinos, permanezcan en prisión. Segundo, que la abrumadora mayoría de aquellos designados para ser liberados sean tanto expulsados como permanezcan fuera de Judea y Samaria, a fin de impedir su capacidad de atacar a nuestros ciudadanos”, puntualizó Netanyahu.
De acuerdo a lo indicado por el líder israelí, “durante años, Hamas se opuso, fuertemente, a esas demandas”. “Hace varios meses recibimos señales claras que se preparaban para ceder a esa postura. Duras negociaciones fueron realizadas, día y noche, en El Cairo, con la mediación del gobierno egipcio. Establecimos nuestra posición y cuando nuestras principales demandas fueron cumplidas, tome la decisión”, explicó.
Netanyahu dijo que si bien conocía el sentimiento de las familias de las víctimas del terrorismo, consideró que “en las actuales circunstancias diplomáticas, ese fue el mejor acuerdo que podíamos alcanzar y no había garantía que las condiciones, que permitieron alcanzarlo, permanecerían en el futuro”.
“Puede ser que Gilad pudiera desaparecer. Con pesar afirmo que esas cosas ya ocurrieron. Pensé en Gilad y los cinco años que pasó deteriorándose en una celda de Hamas. No quería que su destino fuera el de Ron Arad. Ron cayó cautivo hace, exactamente, 25 años y aún no regresó”, comentó.
“En esos momentos un líder está solo y debe tomar una decisión. Consideré y decidí. Los ministros de gobierno, en una gran mayoría, me apoyaron. Y hoy, ahora, Gilad volvió a su hogar, a su familia, a su pueblo y a su país. Este es un momento muy movilizador”, agregó.
Netanyahu comentó que luego de abrazar a los padres de Shalit, Aviva y Noam, les dijo: “Les traje a su hijo de vuelta”.
No obstante, el Primer Ministro reconoció que para Israel también es “un día duro; incluso si el precio hubiera sido menor también hubiese sido duro”.
“Quiero dejar en claro: continuaremos combatiendo al terrorismo. Todo terrorista liberado que regrese al terrorismo: su sangre estará sobre su cabeza”, ratificó.
El Primer Ministro subrayó que “el Estado de Israel es diferente de sus enemigos: aquí no celebramos la liberación de asesinos”. “Aquí, no aplaudimos a quienes quitan vidas. Por el contrario, creemos en la santidad de la vida. Santificamos la vida. Esta es la antigua tradición del Pueblo Judío”, enfatizó.
Finalmente, Netanyahu comentó que “en los últimos días, se vio una unidad nacional que no se había visto en mucho tiempo”. “La unidad es, ahora y en el futuro, fuente de la fortaleza de Israel”, concluyó.
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