El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró hoy, lunes, en una reunión de la bancada parlamentaria de su partido, Likud, que los disturbios de ayer en el límite con Siria fueron un intento de “calentar” la frontera y no tuvieron que ver con la Guerra de Seis Días.
El jefe de gobierno aseveró que el ejército actuó “contra sus propias normas de involucramiento”, con el fin de minimizar las bajas, y enfatizó que Israel “actuará de acuerdo a nuestro derecho a proteger nuestra frontera”.
Netanyahu acusó al gobierno sirio de no “utilizar su poder para evitar que sucedan esos acontecimientos”.
Por otra parte, el primer ministro recordó que “en 1948 se crearon dos problemas sobre refugiados, de un tamaño similar: el pequeño Israel absorbió a sus refugiados”, por los judíos que huyeron de los países árabes tras la creación del Estado, “mientras que el gran mundo árabe no lo hizo” con sus hermanos.
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