El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el asesinato de Ben Iosef Livnat, sobrino de la ministra de Cultura y Deportes, Limor Livnat, en la mañana de hoy, domingo, cerca de la Tumba de José, en Nablus, y exigió que la Autoridad Palestina “tome medidas serias contra los terroristas que cometieron este acto criminal contra feligreses judíos que iban a rezar”.
Tras expresarle sus condolencias a su compañera del partido Likud, el jefe de gobierno estrechó las manos de la familia Livnat durante el funeral, en el cementerio del Monte de los Olivos, en Jerusalem.
Miles de personas asistieron al mismo, incluyendo a referentes de las poblaciones en la Margen Occidental, activistas de derecha, rabinos y personalidades.
En la oportunidad, la ministra Livnat relató que “me desperté cuando la mamá de Ben Iosef me llamó para decirme que lo había asesinado un terrorista disfrazado de policía palestino”.
“Es un asesinato a sangre fría”, explicó la funcionaria.
Para Livnat, “Ben Iosef fue asesinado simplemente por ser judío, y es difícil comprender estas cosas”.
“El sacrificio personal de mi propio sobrino puede ser la última víctima” del conflicto árabe-israelí, anheló la ministra de Cultura y Deportes.
El joven de 25 años fue asesinado y otros cuatro ortodoxos jasidim de Breslav resultaron heridos cuando su auto fue baleado por un policía de la Autoridad Palestina, mientras el grupo de 15 personas salía de Nablus tras haber rezado en la Tumba de José.
El Maguén David Adom (versión israelí de la Cruz Roja) informó que un joven de 20 años, herido de gravedad en el abdomen, fue trasladado en helicóptero al hospital Bellinson de Petah Tikva, donde fue operado; un adolescente de 17 fue evacuado en estado moderado, con una herida en el hombro; y otras dos personas fueron tratadas en cercanías del lugar, ya que presentaban lesiones leves.
Por su parte, Dani Dayán, titular del Consejo de las Comunidades Judías de Judea, Samaria y la Franja de Gaza, aseguró que “es un ataque terrorista desde todos los puntos de vista”.
“No hubo provocación y la Policía palestina sabía exactamente a quiénes le disparaba y que estaban desarmados, incluso podría conocer a esa persona”, declaró el dirigente al diario israelí The Jerusalem Post.
El vocero del consejo exigió que “el asesinato no sea ignorado” y reclamó que la Tumba de José vuelva al control israelí, para impedir ataques de este tipo.
En tanto, el diputado de Likud Dany Danón le pidió a su par republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que su país reconsidere su financiamiento a las fuerzas de seguridad palestinas, así como su capacitación.
“Como amigo verdadero de Israel, esperamos que el objetivo de esa formación sea garantizar la seguridad de Israel y no matar a sus ciudadanos”, puntualizó.
Finalmente, un antiguo barrio de Hebrón fue rebautizado “Ben Iosef Livnat”.
Según un vocero de la comunidad judía local, el “nombre de ‘Benio’ refleja el vínculo de su familia con la Tumba de José, donde, irónicamente, fue asesinado”.
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