El escolar, falto de sueño, se sienta encogido en una silla grande, con una pipa en su boca, largos cabellos blancos y una barba profusa. No tiene un gran vozarrón, como la mayoría de los rabinos, y habla tan suavemente que a veces hay que acercarse para entenderle. Seguir leyendo el arículo
Pero el mensaje del rabino Adin Steinsaltz llega a todos los rincones del mundo judío. Este erudito de 73 años acaba de completar un proyecto monumental, que le tomó 45 años y el cual para muchos entendidos constituye como un hito de proporciones bíblicas: la traducción del Talmud, acompañada de explicaciones, más completa jamás hecha, que incluye sus 63 secciones básicas y tiene más de 6.000 páginas.
El Talmud es el texto más importante de la rama principal del judaísmo y contiene las discusiones que han mantenido los rabinos a lo largo de los siglos sobre las leyes, la ética, la filosofía, las costumbres y la historia de los judíos.
Debido a su complejidad y al hecho de que buena parte está escrito en aramaico antiguo, un idioma entendido por un puñado de eruditos, este extraño texto por siglos resultó incompresible para la mayoría de las personas, con excepción de unos pocos eruditos.
La traducción tiene 45 volúmenes y pone el texto sagrado al alcance de cualquier persona que hable hebreo.
"Creo que estos conocimientos no son solo conocimientos de historia sino de nosotros mismos", declaró Steinsaltz a la AP en su modesta oficina de Jerusalén. "El Talmus es un libro que no tiene paralelos… es una búsqueda constante de la verdad, de una verdad absoluta".
Steinsaltz pasó la mayor parte de su vida haciendo eso. Durante cuatro décadas y media, a veces en jornadas de 16 horas, estudió los textos antiguos, traduciéndolos al hebreo moderno. Y ciertas partes el inglés, español, francés y ruso.
Lo que es más importante, agregó sus propias explicaciones de frases, términos y conceptos, además de enumerar las normas de las leyes judías derivadas del texto.
Ha habido otras traducciones parciales al inglés y otros idiomas, pero ninguna ha sido tan completa ni ha estado acompañada de explicaciones tan profundas.
Shalom Rosenberg, profesor emérito de Pensamiento Judío en la Universidad Hebrea de Jerusalén, dice que Steinsaltz prolonga el legado de Shlomo Yitzhaki, famoso rabino medieval francés conocido como Rashi, que escribió las primeras explicaciones del Talmud hace más de 900 años.
"Rashi hizo la primera revolución, produciendo un libro que uno puede leer. Ahora Steinsaltz lo ha puesto más todavía al alcance de gente que no va a los Yeshiva (seminarios religiosos)", expresó.
Agregó que el Talmud de Steinsaltz es lo mismo que darle a alguien un mapa de la selva: "Todavía falta mucho para que uno sepa manejarse en la selva".
Expertos ultra ortodoxos critican a Steinsaltz y aducen que los estudios del Talmud deben ser hechos por expertos únicamente.
El historiador Menachem Friedman dijo que la obra de Steinsaltz acaba con el monopolio que ejercían los rabinos sobre el conocimiento del Talmud.
"Creen que la popularización del Talmud es algo demasiado radical", indicó.
Steinsaltz, quien tiene tres hijos, nació en Israel, hijo de padres seculares. Se inició en la religión siendo adolescente, cuando entró en seminarios y aperendió aramaico.
Estudió física y química en la Universidad Hebrea y a los 24 años comenzó a enseñar matemáticas, según su portal. Tres años después, en 1965, empezó lo que describió como su nuevo "hobby": la traducción del Talmud. A raíz de ello, en 1988 recibió el Premio Israel, el máximo honor civil de la nación.
Con el correr de los años creó una red de escuelas en Israel y la antigua Unión Soviética y escribió más de 60 libros sobre temas que van de la zoología a la teología.
Pero el Talmud fue siempre su gran pasión y le inspira lo mismo que un instrumento le inspira a un músico.
"Es otro lenguaje y tienes que pensar en ese lenguaje. Es un lenguaje del pensamiento, no de palabras", explicó.
Estudiar el Talmud, con sus paradojas y sus aparentes contradicciones, es una forma de adoración, dice el religioso. "El Señor nos habla y quiere que alguien del otro lado del universo diga ‘hola’", expresó. "Esa es la escencia de las oraciones: decir ‘hola’".
El Talmud consta de dos partes principales: el Mishna, una recopilación de normas y leyes orales escritas en el siglo III después de Cristo, y el Gemara, un trabajo mucho más largo que incorpora comentarios y fue compilado en los siglos siguientes.
Los debates en el Gemara sobre las normas del Mishna van desde lo enigmático hasta los irritante e incluso humorístico. A menudo se llega a una conclusión sobre lo que significa el Mishna, lo que da lugar a una ley judía, pero otras veces de declara un "empate".
"En todos los campos del conocimiento hay asuntos que no tienen respuesta", expresó Steinsalz. "Se pueden responder cuando acudes a un nivel superior, pero en ese nivel superior también pueden aparecer preguntas sin respuesta".
"Lo importante es lo que decían en la Edad Media: El fin del conocimiento es lo que no sabemos. Cuando más alto llegas, más sabes que no sabes".
Después de escribir millones de palabras, asegura que quiere seguir aprendiendo.
"Todavía tengo mucho por hacer. Si el que manda decide que me quiere en otro sitio, tendré que irme, pero mientras permanezca aquí, tengo muchas cosas que hacer", declaró.