Reuters) – La agencia de espionaje israelí, el Mossad, puede que sea la maldición de los integristas islámicos y antiguos nazis, pero no ha sido capaz de encontrar a los ladrones que robaron el teléfono móvil de su jefe.
Meir Dagan, un general retirado que dirige la opaca agencia de inteligencia extranjera de Israel, perdió el teléfono cuando su coche sufrió una avería en Tel Aviv el mes pasado, según dijeron el miércoles fuerzas de seguridad.
Ordenes judiciales prohibieron la publicación del robo durante la investigación policial para capturar a los culpables. Las fuentes señalaron que no querían que los ladrones se diesen cuenta del valor de lo que habían robado.
No se ha realizado ningún arresto.
Para extremar la seguridad, el Mossad ordenó a la compañía telefónica que borrase remotamente la memoria del teléfono de Dagan.
«Había unos pocos números de agentes y dirigentes del servicio secreto almacenados allí. No queríamos una exposición embarazosa también para ellos», dijo una fuente.