El Ejército israelí llevó a cabo recientemente una nueva simulación de juegos de guerra para prepararse con vistas al «día de después» de la muerte del presidente palestino, Yaser Arafat.
El ejercicio incluyó el estudio y análisis de varios escenarios causados por la desaparición de Arafat por causas naturales, en particular, de cómo influirá ese suceso a nivel doméstico en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y en sus relaciones con Israel.
En el programa participaron altos mandos de la región militar central del Ejército, a cargo de Cisjordania, aunque sus resultados han sido transferidos al Estado Mayor.
Fuentes militares dijeron al diario «Haaretz» que la convocatoria de estas pruebas no están fundadas sobre nuevas informaciones sobre el estado de Arafat, de 75 años.
El Ejército considera que la muerte de Arafat significaría un «nuevo capítulo en la historia palestina» y que todo lo que sucederá inmediatamente después conducirá a un cambio estratégico en las relaciones entre israelíes y palestinos.
El ejercicio efectuado por el Ejército tiene por objeto la preparación de sus fuerzas para cuestiones tan básicas como dónde se celebrará el funeral de Arafat, quién participará y por donde pasará el cortejo fúnebre y el impacto en la calle palestina.
Por ejemplo, se teme que inmediatamente después de su muerte, se desencadene una lucha por el poder el en cual el Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) intente hacerse con el poder.
Israel prevé que la muerte de Arafat desencadenará protestas masivas y una lucha por el poder de consecuencias desconocidas.
Lo que el Ejército israelí no pudo prever fue el lugar en el que Arafat será enterrado, aunque según distintas fuentes se cree que el «rais» querrá ser sepultado en Haram al Sharif o «Explanada de las Mezquitas» de Jerusalén. EFE el/msr