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El Estado de Israel le prometió ayer, martes, a la Corte Suprema de Justicia que las familias trabajadoras con hijos que no tengan estatus residencial y puedan cumplir con los requisitos para quedarse en el país no serán deportados sólo porque no puedan obtener la documentación pedida por el Ministerio del Interior hasta la fecha estipulada por el gobierno.
Según la decisión del gabinete del 1º de agosto, que allanó el camino para que los aproximadamente 1.200 niños que actualmente viven en Israel sin permiso puedan quedarse de manera indefinida, las familias que llenen el criterio que el gobierno requiere deben registrarse en las oficinas de Población, Inmigración y Autoridad de Frontera antes del 31 de agosto.
La decisión del gabinete les dio a las familias otros 21 días para obtener los documentos que no tienen en su poder, mientras envían los formularios para quedarse en Israel hasta el 21 de septiembre.
Como resultado de esas fechas límite, cinco organizaciones de derechos humanos –Niños Israelíes, Línea Directa para Trabajadores Inmigrantes, la Asociación de Derechos Humanos en Israel, el Centro de Acción Religiosa de Israel y la Línea Directa de Trabajadores– mandaron un petitorio a la Corte Suprema.
Demandan que el Ministerio del Interior extienda el plazo para darles a quienes quieran quedarse tres meses para pedir el estatus residencial y conseguir los documentos necesarios.
Además, dicen que el tiempo estipulado por el gobierno es insuficiente.
Las principales preocupaciones radican en que las familias dependan de la decisión del gabinete hasta que sus hijos vuelvan al colegio en septiembre y que a aquellas provenientes de ciertos países les lleve muchos meses renovar sus pasaportes.
Sin embargo, el representante del Estado, el abogado Aner Hellman, prometió que “mientras la familia reciba la confirmación de que se examinará su pedido, el Estado no podrá deportarlos”.
Agregó que el punto principal de las fechas límite puestas por el gobierno era establecer un marco para el proceso.
El Estado también quiere saber cuántas familias tienen hijos que podrían permanecer en el país y cuántas no antes de que los niños comiencen las clases.
Hellman dijo que el Ministerio del Interior está al tanto de que algunos países se toman cuatro o cinco meses para sacar un nuevo pasaporte y ello será tomado en cuenta.