Un niño palestino, Suleiman, del poblado Nablus, fue diagnosticado en 2004, cuando tenía ocho años, con Leucemia Aguda Mieloide (AML), cáncer agresivo de las células blancas mieloides, las cuales se multiplican, con rapidez, en la médula ósea así impidiendo la producción normal de la sangre. Hubo una mejoría con la quimioterapia. Ese tratamiento que recibió en Nablus. Sin embargo, en 2006, hubo reincidencia más agresiva. Se sometió a un tratamiento en Nablus, sin éxito, por lo que fue llevado a Hadassah para un trasplante de la médula ósea. Su hermana mayor, de 14 años, fue la donante ya que resultaba ser 100% compatible. Regresó a su casa sano y feliz.
En cualquier hospital el procedimiento es de informar al paciente que ya no hay nada que hacer. ¡No así en Hadassah! Los médicos Benjamin Gesundheit del Departamento de Trasplantes de la Médula Ósea, y el Prof. Reuven Or, jefe del Departamento BMT, optaron por someter al niño a un tratamiento poco convencional: Infusión de Linfocitos de un donante y consiste en una forma de inmunoterapia adoptiva para ser implementada tras el trasplante de las células madres hematopoeticas según informó Cidipal.
Los linfocitos de las células madres del donante original son propagados tras el trasplante para despertar una respuesta inmunológica contra el tumor y asegurar que siguen injertadas las células madres donadas. Ese tratamiento es un último recurso y se utilizó en unos cuantos casos en el mundo, siendo su resultado positivo en pruebas con ratones. Está basado en el sistema inmunológico del paciente y es empleado cuando el paciente empeora antes de comenzar a mejorar.