El candidato conservador Mohsen Rezaei, que habló con los periodistas en una conferencia de prensa en la capital iraní, criticó al presidente radical Mahmud Ahmadinejad por su manejo de la vapuleada economía y destacó que su cuestionamiento al holocausto judío no "es beneficioso".
No mencionó, sin embargo, el caso del atentado en Argentina, sobre el cual nunca ha hablado públicamente.
Rezaei, que encabezó a los Guardias Revolucionarios de Irán durante la guerra de Irak en la década de 1980, figura entre cinco iraníes requeridos por la Interpol a causa de la explosión de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, que mató a 85 personas y dejó 200 heridos. Irán ha rechazado cualquier vinculación con la explosión.
Una camioneta cargada con explosivos destruyó el centro judío de siete pisos el 18 de julio de 1994. La fiscalía argentina aseguró que las autoridades iraníes fueron los autores intelectuales de la explosión y que encargaron la ejecución al grupo miliciano Jezbolá con base en el Líbano.
Nadie fue procesado por el ataque, aunque Rezaei, que es un conservador moderado, se ha colocado como un candidato que desea revertír lo que califica de una perjudicial política exterior de Ahmadinejad.
El domingo se refirió a los esfuerzos del gobierno de Barack Obama de acercarse a Irán, alegando que su país respondería y pondría a prueba si Washington es serio en su actitud.
"Estamos listos para interactuar con otros países sobre la preservación de la seguridad, la paz y la tranquilidad en la región", destacó.
Rezaei señaló que Irán no esperará a que Estados Unidos tome el primer paso. Asimismo dejó entrever su deseo de cooperar con Estados Unidos en Afganistán, tal como Irán hizo antes de que el presidente George W. Bush calificara al país como un "eje diabólico".
Rezaei no es considerado como uno de los favoritos en las elecciones del 12 de junio. Pero si es electo, Irán tendría un líder que sería rechazado por otras naciones y cuyos viajes serían limitados debido a la decisión de Interpol de agregarlo a su lista de los más buscados.
En 2007, Interpol divulgó una "alerta roja" por los cinco iraníes, equivalente a ponerlos en su lista. No puede obligar a los países a arrestarlos ni extraditarlos, pero puede abochornar a los líderes de gobierno y limitar los viajes de los sospechosos.
Irán se negó a entregar a los sospechosos y ha rechazado las acusaciones, calificándolas de una calumnia política producto de la presión de Estados Unidos e Israel.
Entre otros sospechosos requeridos por Interpol, figuran: el ex jefe de inteligencia Ali Fallahian; Mohsen Rabbani, ex agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires; Ahmad Reza Asghari, un ex diplomático, y Ahmad Vahidi, general de los Guardias Revolucionarios.
Un miliciano de Jezbolá, Imad Mughniyeh, uno de los sospechosos más buscados por terrorismo, también fue involucrado en la investigación de Interpol. Murió en una explosión de su automóvil en Siria en 2008, que Jezbolá responsabilizó a Israel, pero Israel ha negado la acción.