El presidente de la Organización Latinoamericana, España y Portugal en Israel (OLEI), Mario Lev, mantuvo una entrevista con ItonGadol para dialogar sobre la situación de los olim en Israel y destacó que Latinoamérica “debería tener un lobby

más fuerte en Israel” para conseguir leyes que beneficien la aliá en la región.

“EEUU, Francia, tienen unos lobbies muy fuertes. A los médicos que llegan de EEUU les reconocen el título sin importar de qué universidad provengan. En los países latinos hay universidades de primera línea, como la de Buenos Aires y la de Córdoba. No tenemos un lobby muy fuerte”, destacó.

-Como siempre están haciendo la distribución de cosas para los olin y jaialim bodedim. ¿De dónde llegan esas donaciones a la OLEI?
-Las cosas llegan a dos o tres organizaciones. Una es de Estados Unidos y dos son europeas. Y algunas empresas israelíes. Ellos nos dicen que está por llegar un container de Estados Unidos. A los pocos días nos dicen qué hay en el container. Cuando empezó esta guerra, que todavía no terminó, por ejemplo, llegaban container con pañales, toallitas, muchos productos para las chicas embarazadas o que recién tenían familia. Cosas de primera necesidad y que son caras acá en Israel. Entonces, nosotros íbamos a distintas ciudades, llamábamos primero a la gente de la filial de la OLEI para que vengan, se hacía un reparto de acuerdo a las necesidades, se les explicaba qué era lo que había para que venga gente que necesita los productos. Y la oficina de ayuda del Estado invita a la gente que ellos tienen anotados como familias de bajos recursos para que vengan a buscar las donaciones. Entonces, lo que la OLEI hace es primero repartir a la gente nuestra latina y después se hace un reparto general.

-¿Cómo se organiza la OLEI?
-Tenemos voluntarios en todos lados, yo estoy conectado con el grupo y siempre me piden que esté presente, que los acompañe, que elija en qué ciudad se puede hacer la tarea, dónde hay más necesidad. Y otra cosa que tiene que quedar claro es que nosotros no hacemos política, es toda una cuestión para la comunidad.

Nosotros tenemos nuestras relaciones personales dentro de la política israelí y tratamos de aprovecharla para beneficio de la comunidad, beneficio de la gente latinoamericana.

-Ohana escuchó atentamente lo que ustedes hacen, ¿qué dijo con respecto a la tarea de la OLEI?
-Se sorprendió, yo creo que él no está muy metido con el tema de la inmigración de la aliá y klitá. De la Argentina, del viaje, de conocer a la comunidad, los dirigentes, se llevó una impresión muy importante, entonces quería afianzar más la relación con Latinoamérica y Argentina en especial.
-¿Cómo estás viendo la aliá?
-El tema de la aliá es un poco complicado por la guerra, porque los números de, por ejemplo, Argentina, Brasil, Latinoamérica, bajaron mucho en el último tiempo, el último año y en una proporción mucho más grande que los otros países de Europa, Estados Unidos, Francia, en general. La que más bajó es Latinoamérica, en especial Argentina y Brasil. Recientemente tuvimos una reunión en la Knesset, donde se presentó el presupuesto del Ministerio de Absorción, Aliá y Klitá, y hablaron mucho sobre Francia, Estados Unidos, donde la Aliá aumenta.
Lo que me sorprendió fue que el planteo del presidente de la mesa que dirige un diputado: “¿Qué pasa con Latinoamérica?” Pero yo aproveché porque no daban la palabra a nadie y hubo muy poco tiempo por las votaciones que había en la Knesset. Tomé el micrófono e hice el planteo de que justamente, si hay una baja en la aliá, tendríamos que invertir más en los países de Latinoamérica, más en la ayuda, en aumentar un poco la ayuda que se da a los inmigrantes, dar más seguridad, y lo tomaron bien. El presidente de la mesa dijo: “Vamos a hacer un debate especial para Latinoamérica en la Knesset, en base a lo que se está hablando, en base a las necesidades, y qué política hay que tomar”. Yo pienso justamente que cuando baja la aliá hay que hacer más propaganda, hay que hacer más difusión.

-Yo estuve reunido recientemente con Doron Almog, presidente de la Agencia Judía, y él hizo un énfasis de la palabra aliá en general, de una manera que yo no escuchaba desde hace mucho tiempo. Y lo mismo pasó con Yaakov Hagoel. ¿Considerás que es un tema político, que ya está tomando volumen?
-No, la realidad es que, sinceramente, el nuevo grupo en el Ministerio están haciendo cosas, están haciendo cambios. El problema que nosotros tenemos que luchar más, porque EEUU, Francia, tienen unos lobbies muy fuertes acá. No tenemos un lobby muy fuerte con las comunidades. Si las comunidades presionaran, como presionó Francia en su momento, por ejemplo, en el campo de la medicina; Estados Unidos, los países de que hablan en inglés, los médicos llegaban y empezaban a trabajar, le reconocían el título. No importaba en qué universidad estudió en Estados Unidos. Yo decía: “Ustedes no controlan eso. Vino de Estados Unidos y ya le dan el título para poder ejercer”. Puede ser que el médico vino de una universidad de un pueblito y que no tiene mucho nivel, pero ustedes, como es Estados Unidos, lo aceptan. De Argentina, o de los países latinos, hay dos o tres universidades que son de primera línea. En Argentina, Buenos Aires, Córdoba, son universidades de primera, que vinieron muchos médicos y dirigen hospitales.

-¿Qué significa que las comunidades deben hacer presión como lo hacen en Europa?
-Yo no digo solamente las comunidades grandes, hay comunidades importantes y fuertes. Nosotros sabemos que hay comunidades fuertes también en Centroamérica. Hay como una comunidad judía latinoamericana muy grande en Miami. Acá ya se está tomando en cuenta que hay muchos latinoamericanos en Miami y que también hay que dirigirse a ellos. La impresión es que no hay un fuerte lobby, que tendríamos que tenerlo entre la OLEI, los dirigentes y los presidentes de las comunidades para poder presionar. Para poder llegar y discutirlo con el Ministerio de Salud, con la Knesset. Cada tema que queremos tratar, cada tema que queremos hablar, que tengamos el apoyo, que tengamos atrás a la comunidad.
Si yo, hace como 15 años estoy luchando para que hagan dos reconocimientos, y recién hace un mes lo pasaron, todavía no se aprobó la ley, pero ya lo aceptaron. Antes un médico que trabajó en Latinoamérica tenía que tener 14 años de experiencia, ahora va a ser 10 años. Y es muy importante cuatro años menos, porque hay gente joven que trabajó 10 años y que podría ser Ley que le reconozcan el título.

-Si un dirigente comunitario te llama y te consulta, ¿cuál es tu respuesta?
-Mi respuesta es que nos sentemos a hablar, cuáles temas son importantes, que si vienen de visita a Israel, se fijen reuniones con ministros, se fijen reuniones con jefes de movimientos de partidos, de los fuertes que están en el gobierno e incluso de la oposición, y se trata de hablar del apoyo a la comunidad latinoamericana, a la comunidad judía. Eso es lo que tienen que hacer y que nosotros seamos parte.
Yo no necesito hacer propaganda, yo no busco ningún premio ni nada. Pero me molesta muchas veces que llegan dirigentes y se olvidan de que existimos y que nosotros podríamos estar con ellos, abrirles puertas y hacer cosas juntos.
Tienen que tomar en cuenta a la comunidad latinoamericana, es la institución más grande que hay en Israel. La OLEI es la institución que recibe a los judíos de las comunidades latinas, las comunidades que ellos presiden. Nosotros somos los que nos preocupamos cuando llega una familia con cinco chicos religiosos y nos dicen: “Llegamos a alquilar un departamento, no tenemos nada”. Y nosotros nos ocupamos de que reciban todo lo que necesitan. Entonces, yo creo que corresponde que nos vean de otra manera y que cada vez que hay una visita, seamos parte. Nosotros no tenemos que pedirle favores a nadie. Al contrario, tienen que venir y fijarse lo que nosotros hacemos.
Cuando me llaman de la embajada o me llaman gente de las comunidades y me dicen: “Mario, tenemos familia no judía, que están de paseo y están internado uno de la familia, y no hay quien nos atienda”, no saben hebreo, no saben cómo arreglarse. Y nosotros vamos y nos quedamos 24 horas, lo atendemos y hablamos con los médicos y le hacemos traducciones. Estamos para eso, para ayudar a las comunidades. Entonces, esperamos el mismo interés, el mismo trato.
-Eli Cohen en la Argentina. ¿Qué significa? ¿Cómo lo ves?
-Yo creo que fue una extraordinaria elección. Una persona que conoce la materia. Está hace años en la Agencia Judía dirigiendo la aliá, y a la gente de Latinoamérica. Estuvo en la OSM, en el KKL, es una persona que tiene los contactos necesarios acá para llegar a un cambio. Y creo que, en general, yo creo que todo lo que es la Agencia Judía… tenemos que buscar un nuevo sistema, las cosas cambiaron. Yo creo que volver a hacer siempre lo mismo, ya no funciona. Nosotros tenemos que buscar una forma nueva de activar, de estar con las comunidades. Nosotros en la OLEI hoy estamos haciendo un cambio impresionante en todo lo que es relaciones públicas, en los proyectos, en los programas. Pero también, pienso que se tiene que adaptar la Agencia Judía a una nueva forma de ver el continente. No esperar que en Europa exista antisemitismo para aumentar la aliá o que en Latinoamérica tengamos un problema económico para aumentar la aliá, sino que tiene que haber un incentivo, algo distinto, una percepción distinta. Recientemente tuvimos un encuentro muy grande de estudiantes y estaba todo lo que tenga que ver con alguno que quiera estudiar, gente que va al ejército y que quiere estudiar. Era impresionante la cantidad de puestos que había, teníamos un lugar nuestro y hablé con gente de la Agencia Judía sobre que me gustaría sentarme con la parte latinoamericana para que pensemos en algún proyecto. Yo tengo en la OLEI gente que dirigió América Latina en la Agencia Judía en los últimos años. Tengo gente que estuvo muy cerca de todo este tema. Entonces, les comenté que nos vamos a reunir en pocos días para preparar una idea de un cambio en la política, en la forma que se tendría que tratar el tema de la aliá.