Itongadol.- El nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, nombró el viernes como secretarios de Asuntos Exteriores y Defensa a David Lammy y John Healey, quienes se han comprometido a presionar por un alto el fuego en la guerra entre Israel y las organizaciones terroristas palestinas de la Franja de Gaza.
Pero si bien el Partido Laborista obtuvo una victoria aplastante, perdió varios escaños seguros frente a candidatos independientes pro palestinos, según la BBC.
En total, los laboristas perdieron cinco escaños con grandes poblaciones musulmanas: uno fue para los conservadores y el resto para independientes, según el informe.
El voto laborista bajó un promedio de 11 puntos en electorados donde más del 10% de la población se identifica como musulmana, según el informe.
En el distrito de Leicester Sur, donde el 30% de los votantes son musulmanes, el «ministro en las sombras» Jonathan Ashworth perdió su escaño de 13 años frente al independiente Shockat Adam, quien les dijo a sus seguidores que su victoria era “para Gaza”, dijo la BBC.
El laborista Khalid Mahmood también perdió su escaño ante el independiente Ayoub Khan en Perry Bar, Birmingham, mientras que escaños normalmente dominados por el partido también fueron ocupados en Dewsbury, Batley y Blackburn por independientes cuya campaña se centró en la guerra entre Israel y Hamas.
Asimismo, en una votación muy reñida en el distrito electoral de Islington North, en el norte de Londres, Jeremy Corbyn recuperó su escaño, derrotando al candidato del Partido Laborista que solía liderar, Praful Nargund, y prometiendo ser una espina en el zapato del gobierno de Starmer después de una enconada disputa con su sucesor.
Es que Corbyn renunció como líder laborista en 2019 después de que el partido sufriera su peor derrota electoral desde 1935 y Starmer lo expulsó del partido menos de un año después, acusándolo de socavar los esfuerzos para combatir el antisemitismo.
Corbyn, un ardiente activista pro palestino, dijo que las personas que votaron por él estaban «buscando un gobierno que en el escenario mundial busque la paz».
Tanto los gobernantes conservadores como el resurgido Partido Laborista han dicho que quieren que cesen los combates en Gaza, pero también han respaldado el derecho de Israel a defenderse, enojando a varios de los 3,9 millones de musulmanes que representan el 6,5% de la población británica.
La campaña de Corbyn ha hecho referencia con frecuencia a su postura pro palestina en relación con la guerra entre Israel y Hamás, incluso en ocasiones emitiendo declaraciones aparentemente culpando a Israel por las atrocidades cometidas por los terroristas de Hamás.
El 9 de octubre, solo dos días después de la masacre, el controvertido político apareció en televisión y se negó repetidamente a definir a Hamás como una organización terrorista, a pesar de que el Reino Unido la proscribe como tal.
Los candidatos contaron con el respaldo del grupo de campaña The Muslim Vote (El voto musulmán, TMV), cuyo objetivo fue influir en el resultado donde la población musulmana es lo suficientemente grande como para ejercer influencia.
Los fundadores de TMV firmaron un compromiso días después de la masacre de Hamás del 7 de octubre, que desató la guerra en curso, para “reafirmar el derecho inalienable del pueblo palestino a la lucha armada”, informó The Jewish Chronicle.
El Voto Musulmán llamó a elegir a candidatos pro palestinos que se presenten como independientes o de partidos más pequeños como el izquierdista Partido de los Trabajadores, que presentó más de 150 candidatos.
Una fuente del Partido Laborista dijo a The Chronicle que el éxito de TMV es preocupante, pero es demasiado pronto para decir qué tipo de impacto tendrá en la política del gobierno entrante.
Starmer se ha visto sometido a una presión interna por parte de elementos de extrema izquierda dentro del partido y sus partidarios, que consideran que no es lo suficientemente crítico con Israel.
El mes pasado, el partido se comprometió a reconocer un inexistente Estado palestino como parte de un proceso de paz.