El primer ministro palestino, Salam Fayad, ha advertido de que los gestos del Gobierno israelí para reforzar a su Ejecutivo son inútiles si no van acompañados de conversaciones paralelas para alcanzar un acuerdo de paz definitivo.
En una entrevista con el diario israelí ‘Haaretz’, Fayad subraya la importancia que otorga a estas medidas, pero califica de error e incluso dice que sería ‘patológico’ que la agenda palestino-israelí se centrase en estos gestos de buena voluntad.
Entre las medidas, aprobadas en la días previos a la reunión de hoy entre el presidente palestino, Mahmud Abás, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, figura la liberación de 250 presos palestinos, en su mayoría de Al Fatah y ninguno de Hamás, sin delitos de sangre y con condenas menores a un año.
Israel también se ha comprometido a dejar de perseguir a 178 milicianos del movimiento nacionalista a cambio de que renuncien a sus actividades de resistencia y aprobará permisos de entrada a Cisjordania por tiempo limitado para dirigentes del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) y del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
En la entrevista, cuya segunda parte publicará mañana el rotativo, Fayad estima que israelíes y palestinos deben sentarse a hablar tanto sobre los aspectos a corto como a largo plazo del proceso de paz a fin de ‘restaurar la confianza’ en el diálogo de ambas comunidades.
El jefe de Gobierno y ministro de Finanzas tranquilizó a Israel sobre la cuestión del derecho al retorno al Estado judío de los refugiados palestinos -que superan los cuatro millones- recogido en la resolución 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas y que Israel rechaza.
‘¿Con quién vamos a estar de acuerdo?. ¿Con nosotros mismos?. Por supuesto que la solución (a este asunto) tiene que estar acordada con Israel’, como especifica la iniciativa árabe de paz de 2002, revitalizada en la última cumbre de la Liga Arabe, apuntó.
Preguntado sobre la posición de debilidad de Abás tras la toma de Gaza por Hamás, Fayad ironizó: ‘Si Israel quiere esperar a que nos convirtamos en una potencia mundial, deberá esperar demasiado’.
Además, rechazó toda división de los territorios palestinos al calificar la franja de Gaza de ‘parte inseparable de la visión de un país palestino’.
El primer ministro, quien trabajó en el Banco Mundial, reprochó a los líderes de Al Qaeda hablar -sin derecho a ello- en nombre del pueblo palestino y aseguró que nadie ha hecho más daño a la causa palestina que esta red terrorista.
Según fuentes de seguridad palestinas y egipcias, un dirigente de Al Qaeda relacionado con el ‘número dos’ de la organización, el médico egipcio Ayman al Zawahri, y llamado Yaled Mustafá entró recientemente en Gaza y contactó con tres personas, una de ellas miembro de Hamás.
Según estas fuentes, Mustafá, que salió de la franja por uno de los túneles ilegales que conectan Gaza con Egipto, está implicado en actos terroristas en el Sinaí.