Según la legislación israelí, tales mociones de confianza deben ser aprobadas por mayoría absoluta de 61 de 120 miembros de la Knesset (Parlamento) como única vía para forzar la dimisión del Gobierno.
A pesar de que fueron los laboristas –principales socios de la coalición gubernamental de Olmert– quienes impulsaron las mociones de confianza contra el primer ministro, la abstención y ausencia de muchos diputados laboristas contribuyeron a que las mociones no prosperaran.
Las mociones fueron presentadas en el Parlamento después de que la semana pasada la comisión parlamentaria Winograd –encargada de evaluar los errores de pasada guerra en Líbano– hiciera público su primer informe parcial que supuso un fuerte varapalo a la gestión del Ejecutivo de Olmert durante la Segunda Guerra en Líbano