La ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, se reunió hoy en Grosseto (centro de Italia) con el primer ministro italiano, Romano Prodi, al que agradeció la participación de su país en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL).
En unas breves declaraciones a los periodistas tras el encuentro, Livni subrayó que Italia, que está dispuesta a enviar unos 3.000 soldados al Líbano, es «un modelo» para los países europeos que mañana analizarán en Bruselas la aplicación de la resolución 1701 de la ONU sobre el cese de las hostilidades en la zona.
Matizó, sin embargo, que su visita a Italia no ha sido para pedir el envío de tropas al Líbano, y puntualizó que «Israel se puede defender sólo. Pero creemos que la resolución 1701 es importante».
Livni argumentó que su país quiere «respaldar a la comunidad internacional para ayudar al Gobierno libanés, porque en el futuro (la situación) dependerá de si el Gobierno libanés tiene fuerza para desmantelar las milicias, desplegar sus fuerzas en el sur y garantizar un embargo de armas», indicó.
También consideró que el futuro de la región depende, en buena medida, «de la determinación de la comunidad internacional» a la hora de aplicar la resolución de la ONU, y reiteró que para su Gobierno es indispensable la «liberación incondicional» de sus dos soldados secuestrados por la guerrilla chií libanesa Hizbulá.
Prodi, por su parte, destacó la necesidad de enviar lo antes posible los refuerzos para la FPNUL y permitir así «que las fuerzas israelíes dejen el sur del Líbano», al tiempo que consideró que hay perspectivas «positivas» ante la reunión de mañana en la que los 25 ministros de Exteriores de la UE en Bruselas analizarán la cuestión.
Antes de reunirse con Prodi, la jefa de la diplomacia israelí se entrevistó con el titular italiano de Exteriores, Massimo D’Alema, ante el que pidió la aplicación «plena y veloz» de la resolución, el despliegue «real» del Ejército libanés en el sur del país y garantías para evitar el rearme de Hizbulá.