Itongadol.- Si el contexto sanitario en la Argentina ante la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19 lo permite, a principios de noviembre se llevará a cabo la Asamblea Electora de la próxima conducción de la DAIA, cuya interna está “al rojo vivo”, máxime si se tiene en cuenta que otra vez no habrá comicios en la AMIA y que la contienda en la OSA está totalmente trabada, aunque ambas circunstancias también podrían jugar en la contienda, así como la relación con el gobierno nacional y la famosa grieta “K/anti-K”, de afines y detractores del kirchnerismo.
En primer lugar hay que destacar la decisión del actual presidente, Jorge Knoblovits, de postularse a la reelección, que a su juicio lograría porque tendría los votos institucionales necesarios. No obstante, el devenir de su gestión no ha sido gratuito, con varios enfrentamientos que lo llevarían a buscar varios cambios en su lista de propuesta para el futuro Consejo Directivo, incluida la propia integración del “Cuarteto”, que conforma con David Stalman, Alejandro Zuchowicki y Marcos Cohen, como vice 1º, secretario general y tesorero, respectivamente.
En diálogo con Itongadol, este último se manifestó incondicional al mandatario, aunque no pueda descartarse que a la hora de formar nuevas alianzas, este necesite su puesto como prenda de cambio. Así como también es conocida la posición del actual secretario general, Zuchowicki, y su incondicionalidad con Knoblovits.
Knoblovits llegó al poder con el apoyo de instituciones sociodeportivas (él mismo es un hombre de Hacoaj), políticas, escolares y religiosas liberales, ya sea conservadoras como reformistas, en un contexto en el cual se quería frenar un eventual control de la entidad por parte de la ortodoxia y sus aliados.
La difícil relación con el Gobierno
Una de las principales críticas de cierto sector comunitario a la actual gestión es que la DAIA no tiene una buena relación con el Gobierno, lo cual la misma desmiente, pero lo cierto es que el presidente Alberto Fernández todavía no recibió formalmente a su conducción, en un hecho inédito, y la explicación no sería otra que el enojo porque la entidad es querellante en la causa contra Cristina Fernández de Kirchner y varios miembros relevantes de su administración por el presunto encubrimiento a imputados iraníes denunciado por el fallecido fiscal Alberto Nisman.
La Casa Rosada pretende y presiona para que la abandonen, pero ello chocaría con la opinión de la enorme mayoría de las instituciones judías, que lo vería como una abdicación, aun cuando la misma no ha sido consultada formalmente en asamblea en estos tres años de mandato.
Desde el oficialismo y sus acólitos, entonces, se insiste en vincular a Knoblovits con la oposición de Juntos por el Cambio, la “derecha israelí”, etc.
En un encuentro que no fue difundido a la prensa y como muestra de que existe relación con el Gobierno, el líder comunitario se reunió recientemente con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en su doble condición de nuevo secretario general del Congreso Judío Latinoamericano.
De todos modos, la movida, impulsada por el director ejecutivo de esta entidad, Claudio Epelman, es vista con recelo desde algunos sectores, que destacan que el mismo es muy bien visto por el kirchnerismo y se preguntan si su verdadera intención es fortalecer o esmerilar a Knoblovits, que recuperó para la DAIA un lugar de influencia continental que se había perdido hace muchos años.
No faltó quien recordó aquel fuerte cruce cuando la institución impidió que el Comité Judío Estadounidense premiara al entonces presidente Néstor Kirchner por su supuesto compromiso con el esclarecimiento del atentado a la AMIA, que había promovido el titular de esta última, Abraham Kaul.
Avruj, Wolff y Elbaum
Entre los nuevos aliados de Knoblovits aparecería el todavía mandamás de la OSA, Sergio Pikholtz, quien resaltó su excelente relación con Knoblovits y aseguró que dedica sus esfuerzos a preparar el próximo acto virtual de Iom Haatzmaút y al Centro de Diplomacia Pública Basilea, aunque no puede descartarse que aspire a sumarse a un renovado “Cuarteto”, contando con el apoyo de factores ideológicos sionistas e incluso con el aval de la ortodoxia, que siempre lo vio con buenos ojos.
En tanto, el ex director ejecutivo de la DAIA Claudio Avruj volvió a sonar como presidenciable por su perfil y experiencia política, dentro y fuera de la institución, aunque esos mismos argumentos lo tornan controvertido.
Por ejemplo, dividiría aguas en la ortodoxia, donde algunos pocos creen que el Gobierno aceptaría que la entidad cuente con la voz firme de un líder comunitario serio, si bien la mayoría nada quiere saber con el tema, por aquel precepto judío de no enfrentarse con las autoridades del país donde se reside, lo cual es fácil de esperar de quien fuera secretario de Derechos Humanos de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y la Nación.
En diálogo con Itongadol, Avruj se mostró positivo frente a la posibilidad de candidatearse, siempre que esa iniciativa provenga del «establishment comunitario».
Por otra parte, desde el oficialismo lo presentan como un virtual socio del diputado nacional de Juntos por el Cambio Waldo Wolff a la hora de presionar a Knoblovits para posicionar a la DAIA como opositora, en su afán de mantenerse como representantes extraoficiales de la comunidad.
El ex funcionario fue categórico al asegurar que su paso por la política nacional “nada tiene que ver; todo lo contrario, sería una etapa de mi vida que quedaría atrás“.
De todos modos, «aún lo estoy evaluando muy seriamente, con un equipo de gente muy íntimo y en familia», completó.
Para completar el panorama, cuentan que el ex vicepresidente de la AMIA Ralph Tomás Saiegh se jactaría de ser un interlocutor privilegiado con el kirchnerismo y que ello le daría cierto plafón para buscar un candidato aceptable para el mismo.
Enseguida sonó el apellido de Jorge Elbaum, ex director ejecutivo como Avruj, pero ideológicamente ubicado en las antípodas. Sin embargo, este aseguró a Itongadol que “nada más lejos de la realidad” que una eventual postulación, ya que está “muy satisfecho con el importante trabajo que está haciendo con el Llamamiento Argentino Judío, que representa a los no institucionalizados”.
La búsqueda de la ortodoxia
El Bloque Unido Religioso también estaría interesado en que alguno de sus dirigentes lidere la DAIA, habida cuenta que las instituciones ortodoxas representan entre el 25 y 30% de las afiliadas en condiciones de votar, y en “la calle” suena la intención de convencer al ex presidente de la AMIA Leonardo Jmelnitzky para que vuelva a intentarlo, como en 2018.
A diferencia de años anteriores, el liderazgo espiritual ya no recae solo en el rabino Samuel Levín, sino que las decisiones las consensúa con sus pares Tzvi Grünblatt, de Jabad Lubavitch, y el sefaradí Iosef Chehebar.
Por otra parte, la gran tarea desarrollada por el Vaad Hakehilot, presidido por el rabino Eliahu Hamra, lo posicionaría muy bien a la hora de recolectar apoyos al candidato de la ortodoxia entre las filiales del Interior, que suelen votar en bloque.
La línea de Cohen Sabban busca candidato y se topó con una sorpresa
El sector de la dirigencia que en su momento apoyó la candidatura de Ariel Cohen Sabban y cuyo principal referente es su ex vicepresidente Alberto Hammerschlag quiere retomar el poder y pensó en Alberto Indij, quien culminó esa cadencia, pero no lograron convencerlo.
Luego apuntaron al regreso de Julio Schlosser, quien aceptó el convite, pero más tarde debió desistir de tomar tamaña responsabilidad por razones de salud, así que apostaron por Mario Ruschin, que fue tesorero de Cohen Sabban, quien tampoco estaría interesado en volver al cargo, ya que está abocado a emprendimientos benéficos y sociales junto con el rabino Isaac Sacca, después de su traumática salida de la DAIA.
Sin embargo, se encontraron con la sorpresa de que el respetado dirigente de la Fundación Judaica del rabino reformista Sergio Bergman se transformó en firme candidato a la presidencia de la AMIA por la lista Una AMIA en reemplazo de Alejando Kladniew, quien confirmó a Itongadol que se radicó en Uruguay y ya no considera encabezar esa alianza, aunque seguirá colaborando con la misma.
También desmintió que su decisión haya sido producto de peleas internas…