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FACCMA: “Es increíble el compromiso comunitario logrado en el Jidón”

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 Itongadol.- Mauricio Saul, secretario de Cultura y Educación de FACCMA, dialogó con ItonGadol sobre la segunda edición del Jidón, una propuesta de FACCMA, CUJA y CISSAB, donde se otorgaron pasajes para ir a Bekeff a los ganadores de los concursos.

La final fue el sábado 22 de septiembre en CISSAB, de cuya institución salieron los ganadores: Guido Ungar y Bruno Farbiarz.

Al respecto, Saul destacó: “Realmente nos ha asombrado gratamente el alto nivel de compromiso y de preparación alcanzado por los alumnos en general. La diferencia fundamentalmente estaba dada no en el contenido de las respuestas, sino en el tiempo empleado para desarrollarlas, aquellos que se apuraron, no lograron responder correctamente”.

-¿Cuál es el objetivo del Jidón como proyecto?

-El Jidón tiene como objetivo primordial la capacitación de nuestros futuros Madrijim en todo lo concerniente a Medinath Israel, previo a la realización del viaje. Es una forma de acercarse a través del conocimiento a la historia, la geografía, las vivencias y las tradiciones del pueblo judío. Consideramos que, de esta manera, los chicos tendrán un viaje mucho más productivo, al saber a dónde estarán viajando y con qué se encontrarán en Israel.

-En esta segunda edición, ¿qué diferencias hubo con la primera y qué aspectos que se propusieron lograron cumplir?

-En primera instancia, pudimos capitalizar productivamente la experiencia de la edición anterior. Hemos podido organizar con más anticipación el armado del certamen, la confección del cuestionario y todo lo inherente a la organización en sí. Logramos una mayor convocatoria de participantes y la incorporación de nuevas instituciones, ya que participaron un total de doce y muchas que el año pasado no participaron, este año lo hicieron dada la repercusión lograda el año anterior.
En cuanto a los aspectos que logramos cumplir, destaco por sobre cualquier otra situación el increíble clima de compromiso y participación comunitaria logrado, en donde instituciones de diferentes orígenes y procedencias se encuentran reunidas con un solo objetivo, que es la de formar nuevos líderes para la Comunidad. Ellos serán los que continuarán con el legado de transmitir y preservar los valores de la tradición judía, pensando en el futuro cercano como una comunidad judía argentina más unida, más participativa y más solidaria.

-¿Qué puede destacar del trabajo de FACCMA en este proyecto?

-El mérito de FACCMA es compartido con otra grandes Instituciones como CUJA y CISSAB (como parte fundamental de la génesis de éste proyecto). Las tres instituciones son las patrocinadoras y columna vertebral del proyecto (cada una de ellas dona un pasaje a Israel por Bekeff).
FACCMA, por su parte, aporta el caudal de alumnos de su Escuela de Madrijim, y convoca a los alumnos de las instituciones que participan del programa Bekeff.
Cabe destacar también el aporte de las instituciones anfitrionas, tales como el colegio Martín Buber, que nos ha cedido las instalaciones y la infraestructura para desarrollar la semifinal, como así también a CISSAB, que como parte de su rol de organizador nos ha recibido ya por segunda vez para el desarrollo de la final. Siempre se han destacado por la hospitalidad, la participación y el compromiso comunitario demostrado.
No puedo dejar de mencionar la labor de la Mesa de Cultura de FACCMA, en donde dirigentes voluntarios representantes de todas las instituciones comprometidas con el proyecto hacen su aporte a todo lo concerniente a una permanente mejora y excelencia del programa Bekeff.
Por último, quiero destacar la invalorable tarea de Ariel Krengel (director de Cultura y Educación de FACCMA) y la prosecretaria Carolina Freidkes. Conformamos un grupo que trabaja para intentar lograr los mejores resultados en el área de Cultura de la Federación. Contamos con el apoyo incondicional de la Presidenta de FACCMA, Mónica Sucari, y la Comisión directiva en general, destacando la labor del actual secretario general, Gabriel Grinberg, que fuera hasta el año pasado el secretario de Cultura de la Federación y quien ha dado el puntapié inicial a este proyecto.

-¿Continuará el Jidón en los próximos años?

-Desde ya que sí. La idea es generar en las nuevas camadas de Madrijim la concientización de que Bekeff es el broche de oro a dos años intensos de preparación y aprendizaje. Lo entendemos como un complemento indispensable del programa de estudios para perfeccionarse y adquirir conocimientos en base a la práctica. Consideramos que la capacitación para el Jidón es la antesala teórica de esta preparación y aspiramos a que año tras año tengamos más alumnos participando del evento.

-¿Cuál es la importancia de la misión de generar un vínculo entre los chicos e Israel?

-Seguramente hay muchas opiniones para debatir acerca de esta pregunta, pero entiendo que Israel es el faro, la guía en donde nuestros chicos deben buscar el camino para encontrar las respuestas a sus inquietudes sobre identidad judía. Israel no es tan solo la historia pasada de nuestro pueblo, sino también su presente y su futuro, en desarrollo junto a las costumbres y tradiciones milenarias que hacen que puedan encontrar allí un lugar seguro y confiable en donde sentirse contenidos.
Es maravilloso pensar a los chicos de distintas instituciones caminando juntos hacia Metzadá o cantando abrazados alrededor de un fogón en medio del desierto, o bien bailando todos juntos en alguna playa de Tel Aviv o estremeciéndose rezando el Shema frente al Kotel. Aún arropados cada uno en su propia bandera institucional, pero teniendo a Israel como contenedor de este sentir comunitario.

-¿Qué opinión le merece el nivel de conocimiento de los chicos de cara a Bekeff?

-Realmente nos ha asombrado gratamente el alto nivel de compromiso y de preparación alcanzado por los alumnos en general. Evidentemente, la experiencia del Jidón anterior hizo que este año la preparación fuera más intensiva y se ha verificado en los resultados.
En primer lugar, hubo muchos más inscriptos, inclusive dentro de los alumnos de la Escuela de Madrijim de FACCMA, como así también del resto de las instituciones.
Luego de un primer proceso de selección, llegaron a la semifinal un total de 73 alumnos de los cuales nueve clasificaron para la final. Tres de Cissab, dos de Hacoaj, uno de Lamroth Hakol, uno de Hebraica, uno de Bami y uno de Mi Refugio, alcanzando la clasificación por una diferencia mínima de puntos entre los concursantes, lo cual habla de lo parejo del conocimiento. La diferencia fundamentalmente estaba dada no en el contenido de las respuestas, sino en el tiempo empleado para desarrollarlas, que claramente juega en el nerviosismo de los chicos.

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