La decisión israelí de construir un nuevo barrio de 3.650 viviendas en la principal colonia de Cisjordania, Maalé Adumim, ha provocado una tajante declaración del presidente de Estados Unidos. «Nuestra posición es clara: no habrá expansión de los asentamientos. La hoja de ruta es importante y llama a no expandir las colonias», declaró Bush, calentando la reunión que mantendrá con Sharon en su granja de Texas, y tres semanas antes de recibir al nuevo presidente palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen). Éste se felicitó ayer en Ramallah de las palabras de Bush y pidió a Israel la adopción de rápidas medidas para relanzar la hoja de ruta, así como la paralización de la construcción del muro de Cisjordania y de los asentamientos «con el objetivo de crear condiciones propicias para recomenzar el proceso de paz».
El Gobierno de Israel ha minimizado la polémica con Bush, señalando que el barrio de Maalé Adumim es una «cuestión secundaria» que será abordada en la cumbre. Y una fuente de la presidencia israelí añadió: «Lo importante ahora es el plan de desconexión», refiriéndose a la retirada israelí de Gaza y al desmantelamiento de todos sus asentamientos y de cuatro del norte de Cisjordania.
Sharon despertó la preocupación de la Casa Blanca cuando el lunes afirmó en el Parlamento que el asentamiento de Maalé Adumim, en el que viven unas 30.000 personas, tendría que conectarse en el futuro con la ciudad de Jerusalén. En medios del Gobierno israelí opinan que la tajante declaración de Bush contra las colonias pretende satisfacer a sus aliados de la UE. La ministra de Justicia, Tzipi Livni, declaró que no espera un enfrentamiento en la cumbre Bush-Sharon en torno al tema de Maalé Adumim «porque el presidente norteamericano comprende la importancia de la retirada de Gaza».
La gran preocupación en Washington y en las capitales de la UE es que la construcción en Maalé Adumim dañe la continuidad territorial del futuro Estado palestino. Dov Weisglas, asesor de Sharon, afirmó el martes en una reunión con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que el año pasado Sharon recibió garantías escritas de Bush según las cuales Israel no tendrá que renunciar a los grandes bloques de asentamientos, entre ellos Maalé Adumim.
Sharon se reunió el martes por primera vez con una delegación de los 8.000 colonos que serán evacuados. Los colonos acusaban al primer ministro de haberles abandonado, y Sharon aceptó crear un canal de diálogo directo con ellos. «La retirada me duele mucho, pero tuve que tomar la decisión. Nuestro objetivo es salvar todo lo que sea posible en Judea y Samaria (léase Cisjordania)», dijo el primer ministro. Sharon prometió a los colonos que estudiará la posibilidad de que todos los que lo deseen puedan ser recolocados juntos en la costa de Nitzanim. El líder israelí también prometió estudiar el aumento de las indemnizaciones para las familias evacuadas. Se calcula un promedio de 300.000 dólares para cada familia.
Fte LVD