Itongadol.- El libro de cocina “Aromas de Alepo”, de Poopa Dweck, además de ofrecer recetas, permite echar un vistazo al mundo de los expatriados sirios que han construido familias, negocios y comunidades enteras en Brooklyn, Nueva Jersey e Israel. Aunque no pueden volver a su país, la Siria de su pasado vive en platos fragantes, melodías litúrgicas y costumbres familiares.
A medida que los refugiados sirios luchan por escapar de Alepo ante los bombardeos sin fin, la comunidad judía siria puede ofrecer un consejo desgarrador pero útil: “Puede que nunca vuelvas a casa, pero puedes traer una parte de tu hogar donde quiera que vayas”. Esta comunidad sigue manteniéndose unida y cohesionada, con sus propios rituales y tradiciones.
"La comunidad judía, que está dispersa por todo el mundo, es un buen ejemplo para estos descendientes en este momento, entendiendo su historia y dependiendo de sus tradiciones y rituales y sistemas de creencias", dijo la autora. "Que deban abandonar su patria, no significa que deban, además, comprometer su identidad".