Itongadol/AJN.- El primer ministro, Binyamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Avigdor Liberman, visitaron a la familia de Halel Ariel, asesinada ayer por un terrorista en su casa en Kiryat Arba. La madre, Rina, dijo en presencia de los funcionarios: “Ningún niño debe vivir con miedo”. Netanyahu: “Quedé impresionado con esta maravillosa familia. No quebrarán su espíritu ni el nuestro."
El primer ministro Binyamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Avigdor Liberman visitaron a la familia Ariel y expresaron sus condolencias por la muerte de Halel Yafa, de 13 años de edad, que fue asesinada a puñaladas dentro de su cuarto, en su casa, mientras dormía. Un terrorista palestino logró infiltrarse en Kiryat Arba y en la casa de la familia Ariel, asesinó a la niña y produjo heridas de mediana consideración a uno de los miembros de la patrulla civil de seguridad.
La madre, Rina, relató en presencia de los funcionarios, que su hija de 4 años de edad descubrió sobre la cama de Halel una mancha de sangre que nadie había visto antes. La pequeña pidió que no limpien la mancha, porque es el único recuerdo que le queda. Después preguntó: “¿Cuándo vendrá el próximo árabe?” “Ninguna niña debería vivir con este miedo o hacer semejante pregunta”, dijo Rina.
La madre también le dijo al primer ministro Netanyahu que ella considera que hay una relación directa entre el cierre del Monte del Templo a las visitas de judíos – una decisión tomada por el gobierno debido a repetidos disturbios e incidentes violentos – y el atentado. “Tenemos algo que decir, más allá del duelo. Nos es importante que refuerce la construcción, a los habitantes de los asentamientos. Nuestro hogar nacional está al borde de la destrucción. Que se abra el Monte del Templo para los judíos”, dijo la madre de Halel.
Por su parte, el primer ministro se comprometió ante los padres de Halel y toda su familia: “Fortaleceremos este lugar. Lo haremos, más allá de la lucha. Me reuniré con el ministro de Defensa y veremos juntos cómo hacerlo”.
Después de la visita, Netanyahu aseguró: “Ver la habitación de Halel, las manchas de sangre junto a su cama, libros y ropa de una niña pequeña, es conmovedor. Nos recuerda una vez más con qué y a quién nos enfrentamos. Ellos quieren arrancarnos de raíz, nosotros profundizaremos las raíces. No nos sacarán de aquí. Quedé muy impactado por esta maravillosa familia. No quebrarán su espíritu ni tampoco el nuestro. Profundizaremos nuestras raíces”.