Itongadol/AJN.- En el marco de la cena sabática por los 90 años de Hebraica, el secretario general de Maccabi Mundial, David Korenfeld, afirmó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “la Macabeada que se realizará en 2017 va a ser una gran oportunidad para el encuentro sin intermediación de lo que es el Israel de hoy en día”.
La Sociedad Hebraica Argentina celebró el viernes una cena sabática para celebrar sus 90 años, con un mega-evento, donde los invitados destacaron la importancia de celebrar las nueve décadas de la institución. Allí estuvo presente el secretario general de Maccabi Mundial, David Korenfeld, y su vicedirector, Carlos Tapiero.
“Creo que hoy más que nunca, Maccabi está siendo llamado a ocupar el lugar al que los extremos no responden. Maccabi es la respuesta hoy en día a esa juventud que está ávida de pertenecer, de sumarse, de actuar. Israel, Maccabi y la Macabeada es un crisol de todos esos valores”, destacó Korenfeld en una entrevista con AJN.
¿Qué significa para la gran familia macabea su presencia y estar hoy acá?
Indudablemente, no podía no asistir. Creo que la Sociedad Hebraica Argentina es realmente un ejemplo de institución en permanente transformación, líder, con una capacidad de adaptación y de cambio que le ha dado una vigencia y una relevancia a esta casa, más allá de lo que es la Argentina, como ejemplo referente de todo el continente y el mundo. Es una institución no de judíos, sino de vida judía, de organizaciones judías, de comunidad, responsabilidad, solidaridad, ética, moral y accionar. Aquí me sumo yo a celebrar esto. Es como sentirme un poco socio de este proyecto tan exitoso.
¿Ve en esta institución presentes los valores de la juventud y educación dentro del proyecto macabeo?
Indudablemente. Es una isntitucion plural, de tolerancia, divergencia con sentido crítico, con curiosidades, con búsqueda, con palabra y respeto por el disenso. Hay debate, autocrítica, valores fundamentales en el desarrollo y crecimiento de cualquiera, tanto para el adolescente, el joven, el niño y el adulto. Todos tenemos el derecho de soñar y creer que se puede ser un adulto feliz, y creo que Hebraica lo consigue.
¿Cómo está la juventud judía en el mundo hoy, cuando Maccabi es quien tiene un timing de esa población?
Creo que hoy más que nunca, Maccabi está siendo llamado a ocupar el lugar al que los extremos no responden. No a la tiranía religiosa, no al escepticismo, Maccabi es la respuesta hoy en día a esa juventud que está ávida de pertenecer, de sumarse, de actuar. Israel, Maccabi y la Macabeada es un crisol de todos esos valores. Hoy más que nunca, la Macabeada va a ser una gran oportunidad para el encuentro sin intermediación de lo que es el Israel de hoy en día, un Israel dinámico, pujante, líder en tantas áreas, foco de identificación y de identidad judía positiva.
¿Cuál es su mensaje para los dirigentes, los líderes y aquellos que educan a las futuras generaciones?
Yo creo que aquí en Hebraica podemos homologar esto al decir que no es una obra de un presidente o dos, sino de muchos y muchas generaciones de líderes y voluntarios. Es la suma de todos los aportes y todas las improntas que cada uno en su tiempo otorgó, lideró, gestó, desarrolló y ofreció. Hebraica se sigue renovando y siguen creciendo dirigentes de estaturas inimaginables. Creo que Hebraica está asegurada y si copiamos y homologamos, toda la comunidad tendrá en este punto una referencia a seguir.
Ustedes han hecho una Macabeada en la cuna del nazismo y hoy el presidente hizo una crítica sobre el antisemitismo aún vigente…
El flagelo antisemita de revitaliza o levanta su cabeza, pero el problema del antisemita es el problema del antisemita. El judío no tiene que pagarle la terapia al antisemita. Esa es su patología, él que le pague al psiquiatra, que resuelva su paranoia, que resuelva su esquizofrenia. El judío que se ocupe de los judíos, de nuestra identidad, nuestro ser, nuestra condición y nuestra realidad. No es el antisemitismo el que define mi judaísmo. Mi judaísmo se define por mi identidad, mi conocimiento, mi asunción y por terminar siendo sujeto de mí mismo y no objeto del antisemita.