Itongadol/AJN.- Costa Rica solía ser un gran amigo de Israel, que votaba a su favor y lo defendía en los organismos internacionales, pero las cosas cambiaron en 2006, cuando asumió su segunda presidencia Óscar Arias, quien pasó al otro extremo e incluso mudó su embajada de la capital, Jerusalem, a Tel Aviv.
“Hoy, al menos no todas las votaciones son en contra” del Estado judío, se consoló en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) el titular del Centro Israelita Sionista, Gilbert Meltzer, en referencia al gobierno de Luis Solís, quien en 2014 sucedió a Laura Chinchilla.
“Tenemos una muy buena relación: el año pasado, el canciller (Manuel González) vino a la sinagoga a participar en las (Altas) Fiestas judías, y otra vez lo hizo el Presidente; también se ayudó a enviar a algunos diputados al summit (cumbre) de países latinoamericanos sobre Israel que hubo en Miami, donde se llegó a un acuerdo muy bueno para estar en contra del bloqueo de productos hechos allí y esperamos que nos ayuden a promover una ley en Costa Rica”, contó.
Pero la transición no fue sencilla para la comunidad: durante la Guerra de Gaza, en 2014, “por primera vez en la historia sentimos una presión muy fuerte en contra de los judíos”, incluso con “muy agresivos discursos” presidenciales, así que “conseguimos una reunión y le hicimos ver la diferencia entre israelí y judío costarricense, la cual aceptó e inmediatamente cambió su tónica y la de todos los representantes” de su administración, relató el líder comunitario.
Paralelamente, “los palestinos hicieron varias manifestaciones contra Israel y nosotros, algunos de los cuales fuimos atacados verbalmente”, puntualizó.
“Antes, el grupo palestino era casi invisible en Costa Rica, pero se ha organizado bien y ha estado trabajo en una forma sistemática con aportes que creemos que vienen de la Embajada de Qatar, pero no podemos asegurarlo”, lamentó Meltzer.
“De un momento a otro tienen mucho dinero, ha llegado gente de afuera y están dando charlas en escuelas y universidades”, denunció a AJN.
Para contrarrestar esa ofensiva “se está trabajando muy fuerte en Hasbará (esclarecimiento): Gabriel Ben Tasgal (titular del programa Hatzad Hashení) ha venido varias veces y se está formando un grupo para estar al día y ser proactivos y no reactivos ante cualquier necesidad”, señaló el presidente del Centro Israelita Sionista de Costa Rica.
De todos modos, “no vivimos con miedo, ni sentimos un antisemitismo más allá de lo ‘normal’ en cualquier país”, tranquilizó.
Por otra parte, el Instituto “Dr. Jaim Weizman”, adonde concurre hasta el Secundario el 80 por ciento de los niños de las alrededor de 600 familias que componen la comunidad judía, “es uno de los mejores colegios de Costa Rica y logró formar parte del Bachillerato Internacional, lo cual nos pone al mismo nivel que las escuelas de los Estados Unidos”, se ufanó Meltzer.
Además del Centro Israelita funcionan en Costa Rica una filial de la B’Nai B’Rith, el Comité Yad Vashem, el Deportivo Israelita, un Comité del Keren Hayesod, el Museo de la Comunidad Judía, el movimiento juvenil Hanoar Hatzioní, el Cementerio Israelita y una pequeña escuela de Jabad Lubavitch.