Itongadol.- El 27 de enero -aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz- ha sido establecido por las Naciones Unidas como el Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto.
71 años después, proliferan quienes niegan este crimen del Nazismo y buscan desdibujar la trágica historia del asesinato sistemático de 6.000.000 de judíos.
El Holocausto debe ser recordado y conmemorado para mantenernos alerta y evitar que otros genocidios sean perpetrados.
Hoy el odio se esparce entre los pueblos con varias caras. La más cruel, tal vez, sea la que nos está intimidando bajo la forma de organizaciones terroristas.
El EI está generando y difundiendo el terror en Francia, en Alemania, en Bélgica, en Iraq, en Siria y en muchos otros países. Asimismo sigue logrando reclutar adeptos dispuestos a cometer sus crímenes alrededor de todo el mundo e incluso en Latino América. Defendernos del terrorismo y en especial de aquellos que llaman a destruir un Estado, es una forma de prevenir un nuevo genocidio.
Debemos usar como arma la educación para enseñar el alto valor que implica la existencia de una sociedad plural que se enriquezca con las diferencias y que haga un culto de la vida.
Es fundamental educar en la memoria a las futuras generaciones sobre la existencia del Holocausto. Como lo ha expresado el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon “Negar hechos históricos, especialmente en relación con un tema tan importante como el Holocausto, es simplemente inaceptable e igualmente inaceptable es que se pida eliminar cualquier Estado o pueblo”.
El racismo y el antisemitismo están creciendo de manera temerosa tanto en Estados Unidos como en Europa. Por ello, debemos rechazar cualquier tipo de negación -total o parcial- del Holocausto así como aquellas opiniones revisionistas sobre este acontecimiento aberrante de la historia y del mismo modo y condenar con énfasis cualquier tipo de discriminación, racismo, intolerancia, odio y prejuicio contra personas o pueblos basadas en su origen étnico o sus creencias religiosas, dondequiera que sea.
Porque muchos callaron durante el Holocausto, es deber de la humanidad no callar en este momento no solo contra los negacionistas sino también alzando nuestras voces en apoyo y solidaridad con el pueblo sirio –a modo de ejemplo- que está siendo perseguido, oprimido, asesinado y exiliado como consecuencia del terrorismo que quiere infundirnos a todos el Ejército Islámico.
*miembro del Congreso Judío Mundial.