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Itongadol.- Samuel Benalal fue una de las víctimas del terrible atentado de Mali. Se encontraba en Mali para realizar asesorías educativas, su área de especialización y trabajo, por demás muy exitosa.
Benalal es un buen ejemplo de un judío venezolano. Nacido en Tetuán, Marruecos; la parte de Marruecos que fue Protectorado Español hasta 1956, emigró joven a Venezuela, como buena parte de lo que ha conformado la comunidad judía de Venezuela.
Estudiante y egresado del prestigioso colegio comunitario, el “Moral y Luces HErzl-Bialik”, Benalal fue además de un excelente alumno, un activista de movimientos juveniles, del Hashomer Hatazair específicamente, a través del cual llegó a Israel para cumplir con sus ideales de realización sionista, que en particular para este movimiento corresponden a los de la más genuina izquierda kibutziana. Su influencia en jóvenes que lo conocieron o que siguieron sus pasos fue notable.
Benalal estuvo siempre en contacto con Venezuela y con su comunidad judía. Se casó con una venezolana, también de familia oriunda de Tetuán. Siempre tuvo familiares cercanos en Caracas. Fue el cerebro de programas educativos para su colegio, en particular el programa “Mesilah” (Sendero), un muy elaborado intento de amalgamar en el sistema educativo de la comunidad los valores de identidad judía, religión y pertenencia, con los valores propios del gentilicio y nación venezolana.
Su carrera profesional fue por demás exitosa. Sus experiencias laborales y académicas en varias partes del mundo así lo confirman, y su experticia educativa fue ampliamente reconocida en todos los ámbitos que tuvo la oportunidad de incursionar.
Hombre de verbo fácil, profundo en sus razonamientos, de hablar sencillo y pausado, era la imagen del educador preocupado por el fondo y la forma, consecuente en su actuar con su pensar.
Muere asesinado a manos de un grupo terrorista. Su error no calculado fue estar en Mali, su crimen, ser judío y portador de un pasaporte israelí. Pero fue también un venezolano orgulloso de ello, y el segundo que en menos de una semana cae víctima del largo brazo asesino del terrorismo.
Los judíos de Venezuela lloran y lamentan la muerte de un miembro de su comunidad, un israelí de primera y un venezolano que se formó en los mejores momentos del judaísmo local, aquellos cuando el crecimiento poblacional judío era una constante, las relaciones entre Venezuela e Israel buenas con o sin altibajos, y las esperanzas de un futuro siempre mejor fueron el motor del crecimiento en todos los aspectos.
Nota: Hasta el momento de escribir esta nota, el gobierno venezolano no se ha pronunciado respecto al asesinato del ciudadano Venezolano Samuel Benalal, en Mali.
*Elias Farache es primer vice presidente y próximo presidente de la CAIV. Además es ex presidente de la AIV, del Vaad Hakehilot y de la federación Sionista.