Itongadol/AJN.- La Unión Europea avanza en la preparación de directrices para el etiquetado de productos procedentes de los asentamientos judíos de la Margen Occidental. Se trata de normas destinadas a que los comercios marquen claramente el origen de dichos productos. Según la viceministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Hotovely: “Hay 200 conflictos en el mundo y sólo se discrimina a Israel”.
Si bien no se conoce una fecha exacta, fuentes diplomáticas en Jerusalem reconocieron en los últimos días que está bien avanzada la preparación de las disposiciones para que en toda Europa se señalen los productos provenientes de asentamientos judíos de la Margen Occidental.
El portavoz del Área de Comercio de la Comisión Europea, Daniel Rosario, declaró en una conferencia de prensa que las directrices que prepara para etiquetar los productos procedentes de los asentamientos judíos de la Margen Occidental sólo buscan garantizar "la aplicación eficaz de la legislación vigente en la Unión Europea".
Preguntado acerca de si las directrices se publicarán en los próximos días, como informaron algunos medios europeos, Rosario indicó que "el trabajo todavía está en marcha y no hay plazo fijo para la presentación de estas orientaciones por parte de la Comisión Europea".
Recientemente, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, estimó que el etiquetado de los productos de los asentamientos judíos es "una cuestión de transparencia" porque los ciudadanos europeos "tienen derecho" a decidir si los quieren comprar o no y "no es un boicot" comercial a Israel.
La diplomacia israelí inicia una campaña
El Ministerio de Relaciones Exteriores inició una campaña contra el etiquetado de productos, cuyo mensaje central consiste en responsabilizar a Europa de fomentar un boicot contra Israel. También se hará hincapié en que el etiquetado perjudicará ante todo, a miles de trabajadores palestinos empleados en las fábricas israelíes más allá de la Línea Verde.
Asimismo, entre los mensajes de la campaña formulada por la Cancillería israelí, se plantea que el marcado de los productos de los territorios es en realidad un premio al terrorismo y que Israel es el único país contra el cual la Unión Europea aplica esta política, a pesar de que en el mundo hay muchas otras zonas en conflicto.
Las autoridades israelíes también plantearán que el etiquetado responde al "principio de la estrella amarilla", en relación con la marca discriminatoria que se le imponía a los judíos de Europa durante el Holocausto.
La viceministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Hotovely, acordó con el presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, el envío de delegaciones parlamentarias, que estarán formadas por representantes de la coalición y de la oposición. Los legisladores intentarán convencer a las autoridades de varios países de Europa de no apresurarse en la aplicación de las directrices o conformarse con su ejecución parcial. El Ministerio de Asuntos Exteriores recomendó centrarse en seis países: Italia, Portugal, Países Bajos, Polonia, España y Eslovaquia. En estos países, de acuerdo con la Cancillería, todavía se puede influir y lograr cambios.
“Los más perjudicados son los trabajadores palestinos”
La campaña diplomática comenzó con la visita de la viceministra Hotovely a la la zona industrial de Barkan y a un viñedo en el asentamiento Psagot. La funcionaria visitó la fábrica Lipsky, donde el 60% de los trabajadores son palestinos. El portal de noticias israelí informó que los trabajadores palestinos de la fábrica – que según este medio cobran idéntico salario que los israelíes – se manifestaron en contra del etiquetado de sus productos. “Este boicot nos perjudicará mucho a nosotros, los palestinos que trabajamos aquí”, dijo uno de los trabajadores, citados por Ynet.
"La planta industrial donde nos encontramos simboliza la convivencia", dijo Hotovely. "Quien realmente quiera ver paz en Oriente Medio, un Medio Oriente con esperanza de paz, debe impulsar la cooperación económica. Por ello, pienso que este lugar es un símbolo de nuestra capacidad para convivir. Esta decisión de la Unión Europea es una clara medida de deslegitimación de todo el Estado de Israel. En este contexto, nosotros no vemos ninguna diferencia entre la zona industrial de Barkan, o la de Haifa o Ashdod. Para nosotros, todo el Estado de Israel está bajo la amenaza de un boicot”, agregó la viceministra.
La viceministra aclaró que el proceso de etiquetado no perjudicará la economía israelí, pero sí afectará el sustento de más de diez mil palestinos. "Aquellos que actualmente actúan para ejecutar medidas contra fábricas aquí en Judea y Samaria, perjudican principalmente y en forma sustancial a las familias de palestinos que trabajan aquí. Cualquier persona en Europa que actúa en contra de esta convivencia, en forma activa aleja las posibilidades de paz, aleja las posibilidades de árabes y judíos de trabajar juntos”.
Hotovely insistió con que el etiquetado de productos es una medida tendiente a segregar al Estado de Israel. “Hay 200 conflictos en el mundo y sólo se discrimina a Israel”, advirtio la funcionaria.