Itongadol.- “Hay que buscar el equilibrio entre traer lo que es Israel hoy en día, a lo que es la cultura como la conocemos acá”, destacó Salamon durante el encuentro, y manifestó que “hay una dinámica sobre la que hay que ser muy conscientes y analizar juntos para poder siempre tener a Israel presente en el centro, mientras tomando en cuenta las necesidades locales”.
La tercera edición del festival “Israel Canta y Baila” en el teatro SHA se realizó con la presencia de más de mil espectadores, organizado en conjunto por la Sociedad Hebraica Argentina y la Organización Sionista Argentina (OSA).
Por su parte, Glazman expresó: “Mi meta es alcanzar los puntos que tenemos de encuentro, poder seguir trabajando juntos para tener a Israel presente en el día a día, y que no sea algo lejano”.
“Pienso que la gente de Latinoamérica entiende que la propuesta de Israel es una buena propuesta de vida. Israel es un país de primer mundo que da un futuro para gente joven, con una educación de primer nivel, que las opciones de trabajo son buenas”, agregó.
-¿Cuál es la importancia de que Israel esté presente una vez más en una actividad en la comunidad Argentina?
Shay Salamon- Me parece que, por un lado, tenemos las tradiciones que se siguen sosteniendo acá en la kehilá y que se trata de transmitir a la juventud, que es sumamente importante. Agregando a eso muchas iniciativas de varias instituciones para tener a Israel en el centro y generar esos puentes. Así como KKL y otras instituciones tienen que brindar un valor agregado a lo que hace hoy la kehilá y en este esfuerzo en conjunto, poder tener a Israel siempre presente dentro de todo los ambitos comunitarios.
-¿Se ve con más frecuencia gente joven que se está acercando a liderar profesionalmente estas instituciones?
Salamon- Como he mencionado antes, el tema de sostener tradiciones es algo valioso, pero a la vez hay algunas paradigmas que hay que romper. Busquemos el equilibrio, el punto medio entre traer lo que es Israel hoy en día, a lo que es la cultura como la conocemos acá. Estamos a una distancia de 13 mil kilómetros que hace lo suyo, pero gracias a los viajes, ya sea las diferentes propuestas para los jóvenes, los viajes de turismo, las delegaciones a Israel u otros, podemos traer esas novedades a la Kehila. Las instituciones nacionales israelíes, como KKL y la Sojnut, están justo para poder seguir generando ese diálogo y esos puentes que todo el tiempo seguimos creando entre la comunidad y Medinat Israel.
-¿Cómo se vive ese apoyo a todo evento que tenga a Israel como centro?
Gabriela Glazman- Primero, me siento bien, me emociona, porque realmente nuestro paradigma de trabajo es el correcto. Tenemos que tener ese puente vivo entre Israel y Argentina, y yo ahora lo estoy viendo con mis ojos. Hay gente que es tercera o cuarta generación en Argentina y vive Israel como cualquier otro israelí.
-¿Hay un cambio con los profesionales que motorizan este puente entre Israel y la comunidad local?
Glazman- Yo siempre digo que tengo que trabajar con los deseos de la kehilá. Voy con ellos, no contra ellos. Mi meta es, junto con los profesionales locales, encontrar los puntos que tenemos de encuentro, cómo podemos seguir trabajando juntos para tener a Israel presente en el día a día, y que no sea algo lejano. Que sea algo que está en la música, en el baile, en una obra, en traer a algún profesional de Israel y que hable de algún tema que interesa. Pero no que me interesa a mí, sino que sabemos que le puede interesar al público local.
-¿Qué tiene que hacer la comunidad local para acompañarlos en esta tarea que están planteando?
Glazman- Estar presentes, venir abiertos, escuchar nuevas propuestas, ser parte de esto. Vale la pena, es gratificante.
-¿Se siente acompañada por la kehilá?
Glazman- Me siento muy acompañada. La verdad que estoy impresionada de la cantidad de eventos, actividades. Ayer pasé por Rosh Hashaná Urbano y realmente dije “wow, qué kehilá, cuánta gente, qué grande que es esto”. Veo en todos los eventos que estuve hasta ahora que está todo lleno. Lleno de gente de todas las edades, gente activa, sonriente.
– Yigal Palmor se refirió a la aliá en Latinoamérica positivamente. ¿Cómo ve este fenómeno?
Glazman- Hay un movimiento importante en Latinoamérica. Pienso que la gente de Latinoamérica entiende que la propuesta de Israel es una buena propuesta de vida. Israel es un país de primer mundo que da un futuro para gente joven, con una educación de primer nivel, que las opciones de trabajo son buenas. Es un país que uno se levanta a la mañana y se puede sentir feliz y cómodo.
Salamon- Tenemos que buscar el punto de unión, primero entre las instituciones nacionales con un mensaje hacia la kehilá, y la kehilá a las instituciones nacionales. Me parece que acá lo más importante es el diálogo. Desde KKL estamos constantemente desarrollandopropuestas que sean más acordes a las necesidades locales. Esas necesidades van cambiando. Hay una dinámica sobre la que tenemos que ser muy conscientes y analizar juntos para poder siempre tener, por un lado, a Israel presente en el centro, pero tomando en cuenta ladinámica local.
-¿Hay alguna dificultad en la kehilá para adoptar las propuestas de ustedes, que son gente joven? ¿Hay que recrear el vínculo con las instituciones nacionales israelíes?
Glazman- Hay que construirlo y trabajarlo, porque me parece bárbaro que gente de la misma generación tenga un diálogo. Lo que nuestra generación trae son también preguntas y una apertura mucho más grande a diferentes propuestas. De ver Israel desde diferentes ángulos, de ver el trabajo comunitario que hay que hacer diferente, lo que tal vez se planteó en el pasado. Y pienso que esta generación quiere seguir construyendo ese puente de una forma tal vez diferente.
Salamon- La dificultad que mencionaste yo la veo como un desafío. Me parece que dicho desafío vamos a poder trabajarlo en conjunto, primero teniendo un poco más de flexibilidad y rompiendo algunas paradigmas. Para eso, necesitamos gente con mente abierta, profesionales, que sin duda existen en esta gran comunidad, que quieren todavía profundizar y profesionalizarse en lo que hacen, y podranhacerse las preguntas críticas en dónde estamos y hacia donde aspiramos llegar. Tenemos que actuar con un plan estratégico y de largo plazo, de acá a 20 años, pudiendo asi ver las necesidades que tenemos que cumplir hoy, pensando en la Kehila Argentina, en el 2035.