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Las instituciones judías tuvieron gran presencia en “La Noche de los Museos”

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Itongadol/ AJN.- Con gran éxito se desarrolló la famosa “La Noche de los Museos”, un evento anual en el que museos, monumentos históricos y espacios culturales públicos y privados de Buenos Aires abren sus puertas cuando cae el sol para dar a conocer sus muestras y exposiciones. La comunidad judía no podía faltar en este gran evento y fueron muchas las instituciones que participaron con diversas actividades con entrada gratuita.

 
“La noche de los Museos” arrancó el sábado desde las 20 y se extendió hasta las 3 de la madrugada de ayer con gran participación de instituciones de la comunidad judía, como las cuales fueron algunos de las casi 200 edificios que participaron del este evento anual organizado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma De Buenos Aires.
 
Escuela Profesor Jaim Weitzman – Comunidad Hebrea Or Jadash. Participó de la “Noche de los Museos” por segundo año consecutivo para “mostrar la cultura judía no sólo a los miembros de la comunidad sino a la sociedad en general, para que visiten el templo, conozcan su historia y el significado de los objetos rituales, y además se interioricen de lo que es la cocina judía”, según enfatizó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) el secretario de la institución del barrio porteño de Flores, Pablo Colman Lerner.
 
“Esta es una institución que tiene más de cien años y es un importante acervo cultural del que estamos orgullosos y deseamos que sea conocido”, añadió.
 
En el mismo sentido se manifestó la rabina de la comunidad, Sarina Vitas, quien aseguró a AJN que este evento resulta una “oportunidad magnífica para abrirnos a la población del barrio y mostrar tanto cultura como tradición, idioma, raíces, legado, culto y religiosidad hacia el afuera y convencernos nosotros de la tarea cotidiana de seguir construyendo identidad, continuidad con educación, los principios que hacen al ritual y todo lo que tenga que ver con el judaísmo que está tan empapado y diversificado desde lo culinario hasta lo espiritual”.
 
Cientos de visitantes disfrutaron de las múltiples actividades que ofreció or Jadash, como la presentación del último libro de la escritora Silvia Plager “Mi cocina judía”. También pudieron apreciar espectáculos musicales, conferencia, pequeñas obras teatrales y cuatro muestras pictóricas.
 
Sociedad Hebraica Argentina. Fue otras de las instituciones judías que participó de la gran noche y también lo hizo por segunda vez con un amplio programa de actividades en el hall de entrada de su sede, entre las cuales Mirta Kupferminc explico el sentido de muchas de sus obras; Julio Sapollnik y Gerardo Mazur hicieron los propio con los los murales de Berni, Castagnino, Leo Vinci, que posee la institución.
 
Asimismo, los conjuntos de danza Masmere y el Grupo Darkenu bailaron coreografías israelíes; y el Coro Sharim, que dirige el maestro Vivian Tabbush e integran socios de la institución interpretaron canciones alegóricas. Por su parte, Micaela Epelbaum canto temas de María Elena Walsh y Eladia Blázque.
 
Y también se presentaron la Orquesta del Centro y Miguel Angel Drappo y Julio Napoli, el dúo de tenores del conjunto “Los Tenores Latinos” que logró que el público cantara junto a ellos áreas de óperas.
 
Museo Judío de Buenos Aires Dr. Salvador Kibrick. Fue muy concurrido por centenares de visitantes que participaron de las actividades de esta institución perteneciente a la Congregación Israelita de la República Argentina, popularmente conocida como “El shill (templo) de la calle Libertad”.
 
El museo exhibió muestras de su acervo pictórico y de objetos relacionados tanto con la inmigración judía a la Argentina como la tradicional forma de vida judía y sinagogal. “Hay materiales de las colonias judías, los libros de entrada al país de los inmigrantes judíos de las primeras décadas en que ingresaron a la Argentina, y que obviamente pueden ser consultados por quienes deseen hacer un trabajo al respecto. En el Museo tenemos un curadora muy destacada, la licenciada Liliana de Flugelman y un cuerpo de guías que desde hace años colaboran con el Museo ad honorem, que acompañan a los visitantes en su recorrida por las galerías del Museo y también el Templo de la Congregación”, explicó a AJN el director del Museo, el rabino Simón Moguilevsky.
 
Y adelantó que el próximo jueves 27 de noviembre, el museo entregará el “Premio Barón Hirsch, a Mauricio Neuman, un gran coleccionista de obras de arte”. Cabe mencionar que este reconocimiento fue entregado a figuras como Jorge Luis Borges y Berta Singerman.
 
Museo del Holocausto/Shoá. Fue sin dudas, uno de los espacios más concurridos a lo largo de las siete horas que duró la actividad, al punto de que fueron “nueve mil ochocientas personas las que pasaron por la exposición, muchos de ellos jóvenes”, según informaron desde el Museo.
 
Sobre la gran afluencia de visitantes, Sima Weingarten, miembro de la conducción de la institución desde sus inicios y directora de la revista “Nuestra Memoria” consideró como “fantástico que tantos jóvenes se interesen por el tema del Holocausto porque es un suceso que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad y que ha dejado lecciones para el presente y para el futuro: de solidaridad, de respeto al otro, entre otros”.
 
El silencio respetuoso acompaño el testimonio de los sobrevivientes, frente a más de doscientas personas en cada una de las oportunidades que lo brindaron para aplaudirlos al finalizar. En muchas de las caras de los visitantes podía percibirse el asombro que producía lo que estaban observando, y muchos no podía despegarse de las vitrinas: tenían necesidad de corroborar si lo que veían había sido cierto.
 
Muy emotiva resultó la presentación del libro de la española Dori Sonntheimer “Las siete cajas”, publicado por CIRCE Ediciones en España, donde ya agotó dos ediciones. Junto a ella estuvieron Fany Mandelbaun y Alberto Hammerschlag, y juntos relataron el padecimiento de la familias de sus padres, dos jóvenes judíos alemanes que se radicaron en Barcelona al inicio del nazismo y que decidieron convertirse al cristianismo a partir del franquismo para evitar ser perseguidos por ser judíos.
“Estamos muy contentos porque estamos viendo que la magnitud de gente está superando la de años anteriores y lo que más nos halaga es que vemos mucha gente joven, que están escuchando y aplaudiendo los testimonios de los sobrevivientes. Esta respuesta además de ponernos muy contentos nos lleva a incrementar todos los esfuerzos para la divulgación de la Shoá”, contó a AJN el vicepresidente del Museo del Holocausto, Manuel Kobryniec.
 
Y secretario del Museo, Guillermo Yanco, consideró con la cantidad de asistentes en relación al año pasado, puesto que “demuestra que el Museo afortunadamente está llegando a la gente que tiene preocupación  de conocer lo que ha sido una triste historia del judaísmo en el mundo”.

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