Itongadol/AJN.- La eventual independencia de Escocia del Reino Unido, que se decidirá mañana, jueves, en lo que aparece como una muy reñida votación, no tendría un efecto significativo sobre la fuerte comunidad judía de entre 6.000 y 7.000 miembros, excepto acerca de la futura relación con Israel, ya que “no es probable que sea favorable para nosotros”, anticipó el presidente del Consejo Representativo de los Judíos de Glasgow, Paul Morron, en una entrevista exclusiva con el diario israelí The Jerusalem Post.
Ello ocurriría en caso de un futuro gobierno del oficialista Partido Nacionalista Escocés (SNP, por su sigla en inglés), incluso en coalición con los laboralistas, los demócratas liberales o los “verdes”, porque todos han mostrado hostilidad hacia el Estado judío, especialmente durante la reciente guerra contra los terroristas palestinos de la Franja de Gaza.
“Solo si los conservadores logran el poder habría un cambio de política”, pero “ciertamente no lo preveo” porque hace décadas que no están al mando, admitió el líder comunitario capitalino.
La antipatía del SNP hacia Israel se ha manifestado de diversas maneras, como el reciente llamado a un boicot armamentístico y las presiones para aceptar una solución al conflicto sin reclamos similares a Hamas.
“Su política es hipócrita: dicen que Israel tiene derecho a la legítima defensa”, pero no “a las armas que puedan necesitar” para llevarla a cabo, criticó Morron.
Tradicionalmente, Escocia ha registrado pocos incidentes antisemitas, incluso cuando hubo aumentos notables en los niveles de Inglaterra, pero el conflicto de Gaza cambió un poco de eso y si bien no han habido incidentes graves, los que hubo -casi todos relacionados con ese conflicto- han hecho “sentirse muy insegura” a la comunidad judía, finalizó.