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Itongadol.- Lamroth Hakol es una congregación religiosa judía adherida al Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall Meyer, el centro de la corriente conservadora del judaísmo en América Latina, y a la Federación de Comunidades Conservadoras (FEDECC).FOTO: Carolina Strauss junto a Daniel Belinki.
“Somos una comunidad y no proveedores de servicios. Transmitimos valores. Cada cosa que hacemos es para transmitir un valor judío. Por esto es que tenemos actividades para chicos que tiene un año y medio y también para la señora o señor que tiene 104 años de edad”, indicó Carolina Staruss presidente de Lamroth Hakol. “Cada uno tiene su espacio pensado y preparado para él y la idea es que a lo largo de toda la vida de una persona, ésta puede transitar su judeidad en Lamroth”, realto.
En este marco aclaró: “La idea es que si la religión divide, entonces busquemos puertas de entrada para unir”, remarcó la directiva, para luego agregar que en tiempos en los que “la religión divide, hay que dar propuestas para que cada uno pueda sentirse cómodo”.
Strauss contó que en el 2002 Lamroth Hakol era una comunidad formada por 250 familias que creció al punto de llegar a las 750 que la componen hoy. “Llegamos a más de cinco mil almas, y esto lo dice la gente, ya que hicimos estudios para saber qué piensan nuestros miembros y también los que están afuera”, explicó
“Somos una comunidad que transmite valores. Recientemente hicimos un Seder comunitario y nosotras, las voluntarias, cocinamos para la comunidad, porque llega un momento en el que contratar a alguien hace que la propuesta sea onerosa”, relató Strauss. “Somos una familia y estamos en las buenas y las malas. Compartimos cosas buenas y dolorosas”, contó
Y un poco más atrás, “en el año 2001, la mayor parte de nuestros socios tenía más de 60 años”. “Íbamos al muere, pero actualmente la mayoría de nuestros socios tienen menos de 40 y participa activamente en las actividades y cada uno encuentra su espacio”, contó.
“También brindamos servicios, este año tenemos 102 Bar Mitzvot y más de 20 casamientos”, enumeró, para luego añadir: “Por su parte, los jóvenes van al campo de deportes y muchos de ellos vienen a la sede de la calle Caseros, que tiene más una impronta litúrgica”.
“Somos una comunidad que tiene Jutzpá. Somos osados”, resumió su presidente “Cuando no cabíamos más en las paredes tradicionales, hicimos los servicios religiosos de Iamim Noraim en otro lugar. Hacemos eventos a lo largo del año”.
Carolina Staruss dio detalles de alguna de las actividades de la institución, “Tenemos también los que llamamos “Click en Casa”, que este año será el 14 de mayo. Construimos comunidad, no paredes. Las paredes son importantes, dan identidad y permanencia. Pero lo más importante es que construimos comunidad. Lamroth, es, fue y será pensada para los jóvenes. Fue creada por inmigrantes judío alemanes para que sus hijos tengan vida judía”-
A la hora de hacer un balance, la presidente de Lamroth Hakol, analizó: “Te diría que quizás una de las fortalezas o debilidades nuestras es que estamos muy ensimismados en nosotros mismos”.
En este sentido, agregó: “Nadie quiere jugar con, ni como nosotros. Y cuando digo jugar me refiero políticamente hablando. Somos muy transparentes, sabemos hacer bien lo nuestro y quien quiera participar con estas reglas es bienvenido”.
Respecto a la actualidad de la comunidad judía, la presidente de Lamroth Hakol, expresó: “Tenemos una responsabilidad hacia afuera, somos muy activos en todo lo que tiene que ver con la aceptación de los conversos del movimiento conservador”.
“Ahí tenemos una postura, clara, neta y de puertas abiertas. Tenemos que ser de puertas abiertas porque somos muy activos en acompañar en la conversión y nos sentimos obligados a resolverle la vida a nuestros conversos”, ahondó.
“Sí participamos activamente en este compromiso. Debemos ser absolutamente más que conscientes y responsables en el mismo”, indicó para luego contar que participan en un montón de “hechos y tenemos políticas inclusivas para que nadie quede afuera”.
Consultada sobre su postura comunitaria, la directiva parafraseó a un rabino, quien dijo que “después de la Shoá, había una nueva Mitzvá, que es la 6:14, que dice que no debemos ni podemos olvidar a Auschwitz, para que no se repita”.
Más precisamente: “Mi postura comunitaria, es en pos de la continuidad del pueblo judío, y es lo único que a mí me interesa. En un momento en que la asimilación es una enorme problemática de pérdida del pueblo, sino encontramos una solución para el 50% de los chicos que nace bajo los matrimonios mixtos, estamos yendo al muere y yo creo visceralmente que, por respeto a todas las personas que a lo largo de tres mil años de historia judía dieron su vida por el año que viene en Jerusalem (Shaná Abaa ve Yerushalaim), no podemos morir como pueblo”.
“Por esto es que nosotros como institución estamos enfocados en que el pueblo sobreviva. Y si la faz religiosa nos divide, entonces estamos tratando de hacer todo lo necesario para unirnos. Hoy pertenecemos al movimiento conservador y por esto somos halajicamente respetuosos. No cruzamos la barrera de la Halajá”, enfatizó.
Strauss consideró que “la religión divide”. “En mucho casos hace que una familia no se pueda sentar a una mesa de Seder”, dijo.
Para la presidente de Lamroth Hakol, “la comunidad judía es, fue y será un reflejo de las políticas nacionales” argentinas. “Se encontrará una solución para los cementerios porque se tiene que encontrar una. Yo no puedo promover la conversión y dar la bienvenida a una persona, y después tener que enterrarla en Chacarita. Eso es inaceptable”, consideró.
En este marco dijo: “Para mí, aunque esté en un muro de cemento, aunque esté en la calle Crovara es enterrarla en Tablada. Esa es mi visión personal. Es muy doloroso que una nieta de una conversa no pueda ser enterrada porque crió a su familia en el judaísmo e hizo que sus hijos tengan una vida judía plena”.
Strauss contó que “es judía por el antisemitismo” que vivió en su adolescencia. “Vengo de una familia asimilada y no de una familia de tradición. Mis antepasados sobrevivieron a la Shoá y gran parte de ellos murieron”.
“No fui criada en una Tnuá, ni fui a una comunidad, y de hecho llegué a Lamroth como voluntaria. Toda mi vida creí que cuando terminara de trabajar con fines de lucro iba a trabajar sin fines de lucro. La causalidad dijo que en determinado momento se me abrieran las puertas de Lamroth”.
La presidente de Lamroth Hakol expresó su deseo de que el pueblo judío no desaparezca pase a ser parte de la historia de la humanidad. “Lo único que no quiero es que un pueblo de tres mil años de historia desaparezca por egos”, expresó y luego agregó: “Una cosa muy fuerte es la destrucción del Segundo Templo de Israel. Dicen que fue por odio entre hermanos”. “¿Qué dice la Torá?, se preguntó y se autocontestó: “aprendamos”. “Hablamos tanto de este libro que nos ha conducido a lo largo de tres mil años, y ¿no aprendemos? ¿Qué pensamos cuándo vienen las festividades? ¿Qué preguntas nos hacemos?”, invitó a la reflexión.
Strauss contó que ella lidera un equipo de trabajo. El mismo está conformado, por el rabino “que es nuestro líder espiritual, Farian Skondik”. “Un equipo de voluntarios y un equipo de colaboradores, eso es Lamroth”, concluyó.
Por último, la presidente de Lamroth Hakol invitó a que la gente se acerque porque “hay una propuesta para cada uno”. “Solo entren a nuestra página web: www.lamrot.org y vean lo que es Lamroth”.
“Hay una propuesta desde lo religioso, el trabajo solidario, el deporte y la cultura con valores judíos. Nadie tiene porque quedarse afuera. No importa a qué corriente religiosa o política pertenezca. Hay un lugar y una puerta de entrada. Lo único que nos separa de muchos es la General Paz, y esta se puede cruzar”, concluyó Carolina Staruss resumiendo la idea integradora que ofrece la institución que preside.