«La crisis entre Arafat y Abu Ala ha concluido y el primer ministro ha retirado la dimisión», informó en un comunicado Abed Zaki, miembro del Comité Central de Al Fatah, movimiento al que pertenecen ambos gobernantes.
La crisis ha sido superada después de que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), haya aceptado la postura de su primer ministro de boicotear la reunión que el próximo 22 de septiembre celebrarán en Nueva York los países donantes de la ANP, según el comunicado.
Abu Ala amenazó el martes a Arafat con dimitir, e incluso informó a su Consejo de Ministros de sus intenciones, después de enterarse de que el presidente estaba constituyendo una delegación para participar en la reunión de Nueva York.
El Gobierno de la ANP había decidido en una reunión anterior que boicotearía la conferencia, en un intento de expresar a la comunidad internacional el rechazo palestino a que los países donantes estudien programas encaminados a desarrollar la franja de Gaza con vistas a la evacuación israelí de esa zona en 2005.
En su lugar, Abu Ala exige que se busque una solución para aplicar la ‘Hoja de Ruta’ -el casi abandonado plan de paz del Cuarteto de Madrid-, que establece las pautas para un proceso de paz ordenado y completo, y que prevé la creación de un Estado palestino independiente en Cisjordania y Gaza.
Fuentes palestinas oficiales dijeron el miércoles que cuando Arafat se enteró de la decisión del Gobierno de boicotear la conferencia de Nueva York reprendió duramente a Abu Ala, por no haberle consultado.
Fuentes anónimas próximas al Gobierno de la ANP sostuvieron además que, en medio de la disputa, el presidente había abofeteado a su primer ministro, aunque ninguna fuente oficial ha confirmado públicamente ese hecho.
Analistas señalan que detrás de la participación palestina en la conferencia de países donantes se esconde realmente la vieja disputa entre ambos gobernantes sobre sus atribuciones, y explicaron que la dimisión de Abu Ala no fue presentada por escrito, lo cual era señal de «crisis momentánea».
No obstante, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el jefe de sus servicios secretos, Omar Suleiman, intervinieron personalmente, y de forma enérgica, para poner fin a las divergencias entre ambos.
Egipto actúa de mediador entre la ANP e Israel en la iniciativa de retirada de Gaza que el primer ministro Ariel Sharon trata de sacar adelante.
La intervención egipcia se ha hecho necesaria debido a la negativa de Israel de efectuar la evacuación en cooperación con la ANP, y sus funcionarios median entre unos y otros para coordinar posturas y preparativos que aseguren una transición pacífica y la estabilidad política y de seguridad en Gaza.
FT El Mundo