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Itongadol.- En una entrevista con la Agencia Judía de Noticias, en el marco de los 120 años de la AMIA, los cuales se cumplen este mes, el presidente de la institución, Leonardo Jmelnitzky, destacó la importancia de este nuevo aniversario y volvió a pedir justicia por el atentado de 1994. Esta es la primera entrega de una serie de entrevistas de la Agencia Judía de Noticias/Iton Gadol a los distintos ex presidentes que atravesaron la historia de la AMIA, las cuales se estarán publicando semanalmente.
¿Qué significan para vos estos 120 años, sabiendo de todas las generaciones que trabajaron para este momento y que hoy te toca ser un eslabón más de lo que se está construyendo?
En primer lugar es un orgullo inmenso presidir la Kehilá. Espero responder a las expectativas que puedan generarse sobre mí, porque la responsabilidad es grande. La AMIA es una institución que nace como jebrá kadishá, es decir, para dar sepultura judía a los miembros de la comunidad, y con el tiempo se va proyectando a un plano que es la reafirmación de la vida, a través de la cultura, la educación y la red de empleo. Es una institución volcada al servicio de la comunidad, al servicio de la gente, a difundir los valores y los principios del judaísmo, y en ese sentido, creo que es una institución maravillosa. Tengo la expectativa de que lo que se está haciendo se multiplique a lo largo del tiempo.
El hecho de que esté hoy la ortodoxia en la institución, ¿reafirma un poco esto y se parece a lo que era la AMIA cuando se fundó?
Yo creo que el tema de la ortodoxia pasa por algunas áreas que pueden ser importantes en la reafirmación de algunos principios tradicionales que nos identifican como judíos, pero fuera de eso, si pensamos en ayuda social, mejor gestión, servicio a la comunidad, no puede haber diferencia entre ortodoxia y no ortodoxia, todo se centra en una gestión buena, regular o mala. Esperamos que más allá de las diferencias, tengamos una muy buena gestión.
Este año se cumple el 20º aniversario del atentado a la AMIA y ya se cumplió un año del Memorándum de Entendimiento con Irán, ¿qué reflexión hacés sobre estos aniversarios?
Han sido 20 años duros para la comunidad, porque la comunidad judía, y el país en general, recibió un ataque gravísimo que nos afectó notablemente y modificó para siempre. AMIA, después del atentado, no es lo mismo que antes. Nuestro reclamo de justicia nunca va a menguar. Creo que cada año que pasa es un reclamo que se va a hacer más intenso, porque para nosotros tanto como judíos o como argentinos es importante que la causa se esclarezca y es una bandera que nunca vamos a dejar.
Respecto al Memorándum, es una posición pública de la AMIA entender que no nos sirve o no va a ayudar al esclarecimiento de la causa, y que pensamos que es inconstitucional. Así lo presentamos ante la justicia y vamos a seguir reclamando judicialmente su nulidad. Vamos a trabajar en pos de esa convicción.
No hace mucho que estás en la kehilá, no obstante habrás tenido la oportunidad de encontrarte con los familiares, ¿qué pasa con ese contacto desde el rol que ocupás?
El contacto con los familiares son situaciones difíciles. Uno no está hablando con cualquier persona que opina sobre la causa, está hablando con gente que ha sido afectada directamente por el terrible atentado que sufrió la AMIA. Ponerse en el lugar de cada uno de ellos, comprender sus sentimientos y sus expectativas no es una tarea fácil. De todos modos, uno puede comprender el dolor e intentar acompañarlos y darles respuestas en la medida de lo posible. Como sabemos, en los familiares las posiciones políticas respecto al atentado son diversas. Pero, a pesar de ello, lo humano unifica. El dolor es el mismo y el respeto que merecen es el mismo.
¿Estás feliz con dirigir la kehilá?
Estoy muy contento con presidirla y realmente encuentro mucha ayuda en mis compañeros de trabajo. Muchas horas le estamos dedicando a la kehilá, lo hacemos con gusto y con mucha satisfacción. Esperamos dejar al final de nuestra gestión una kehilá mejor.
¿Cuál es tu mensaje para las futuras generaciones y dirigentes?
Fundamentalmente nuestra función se inscribe en dos áreas básicas. Una, en cuanto judíos, trabajar por la continuidad del judaísmo, volver a los valores, reencontrar en ellos los principios que nos conduzcan a una unidad, a aquellos elementos que nos permitan trabajar en conjunto en pos del bienestar de todos. En cuanto a lo nacional, creo que la AMIA es una institución que hace un gran aporte a la Nación. Esperamos poder incentivar estos aportes, trabajar para el engrandecimiento de nuestro país y de nuestra comunidad.
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